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El Estado recurre por inconstitucional Ia ley madrileña del bombero

José Manuel Romero

Los sargentos o suboficiales sin carrera universitaria, según opina el Estado, no pueden ascender a oficial de bombero a través de un curso en la Academia Regional de Estudios de Seguridad (Ares), como pretende la Comunidad de Madrid y su Ley del Bombero.

En esta liza, Felipe González ha dado un tirón de orejas a Joaquín Leguina. La ley madrileña sobre prevención y extinción de incendios, conocida popularmente como Ley del Bombero, que elaboró el Ejecutivo que preside Leguina, es inconstitucional, según el Gobierno de González. El Consejo de Ministros, en su reunión del 7 de abril pasado, decidió presentar recurso de inconstitucionalidad contra dos artículos de la norma (15.1 y 15.2), que fue aprobada por unanimidad en el Pleno de la Asamblea de Madrid el 28 de diciembre de 1994. El recurso fue admitido a trámite por el Tribunal Constitucional el pasado 9 de mayo. Los dos artículos han quedado en suspenso.

Los dirigentes regionales han encajado de mala gana el recurso, que pone en cuestión un apartado "crucial" de la ley, dirigido a profesionalizar al bombero. "Los técnicos de la Administración central no tienen ni idea de lo que es la carrera del bombero", replicó ayer Jorge Murtra, director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid.

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El Estado rechaza que los bomberos sin carrea puedan ascender a oficial

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"La razón está de nuestra parte. No se trata de ascender a un suboficial con un cursillo de siete días, que quizá es lo que hayan pensado los técnicos del Estado. Ya en la ley advertimos que pediríamos al Ministerio de Educación que homologara la carrera del bombero, determinando los créditos [horas lectivas] que hicieran falta".

Aunque Murtra intentó convencer a los gestores del Ministerio para las Administraciones Públicas de la bondad de la ley madrileña, el recurso cayó sobre la mesa del Consejo de Ministros y fue sancionado por Felipe González.

Los técnicos del Estado recuerdan que el Tribunal Constitucional les ha dado la razón en otras ocasiones al reconocer que las competencias para establecer las bases de la función pública corresponden a la Administración central, y "las leyes autonómicas sobre la materia, deben respetar esas normas básicas".

El Estado recuerda en el escrito de su impugnación que las oposiciones, incluso las que se convocan al cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid, deben "garantizar en cualquier lugar de España la vigencia del mérito y la capacidad como criterios en los que se concreta la igualdad para -el acceso a la función pública".

El proyecto que defiende Murtra pretende promocionar a, los bomberos regionales más expertos y capacitados mediante un curso, aunque carezcan de titulación universitaria. Pero el Consejo de Ministros entiende que esa decisión "menoscaba la capacidad como requisito absoluto para el desempeño de cada puesto de trabajo y niega el mérito como elemento relativo de comparación y preferencia para el acceso".

Una pica en Flandes

Murtra replica: "Con la ley he puesto una pica en Flandes, porque creo que es necesario crear una carrera profesional del bombero. De lo contrario, no iremos a ninguna parte. ¿Por que un arquitecto o un químico. saben más que un sargento de bomberos sobre un accidente de tren o un siniestro en un edificio?"

Actualmente, para ser bombero en Madrid hay que salvar un curso, de seis meses, practicar durante otros tres y trabajar como agente de entrada -en segunda línea de fuego para adquirir experiencia- durante otros dos años. Colgarse el galón. de cabo requiere un nuevo curso de tres meses. Así, hasta alcanzar la categoría de suboficial, con dos cursos más de similar duración. A partir de aquí, escalar hasta oficial es imposible sin carrera.

"En Europa, todos. los oficiales tienen que pasar antes por la Academia de Bomberos, aunque sean licenciados", recalca Murtra. "Nosotros imponemos ahora un año de prácticas a los ofi.ciales". Antes de poder mandar, estos jefes de bomberos tienen que ensayar. "Una cosa es ser ingeniero y otra muy distinta es enfrentarse al accidente de un tren", remacha Murtra.

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