La penúltima fortaleza
Los partidos quieren despertar el 'sentimiento de región' para rentabilizarlo políticamente
Cuando en la noche del 28 de mayo comience el goteo de datos, sin duda Castilla-La Mancha será una de las comunidades sobre las que' muchos dirigirán su mirada, y José Bono, uno de los pesos pesados del PSOE, el centro de todos los puntos de mira. Doce años al frente de una comunidad autónoma que se ha convertido en uno de los buques insignia del PSOE, una fortaleza que unos intentarán conservar y otros conquistar.Al otro lado, José Manuel Molina, candidato a la presidencia de la Junta por el Partido Popular. Para algunos, "por mucho tiempo"; para otros, "ésta es la definitiva". Molina es consciente de que se puede llegar a jugar en estos comicios, incluso, su futuro político, y parece estar dispuesto a apostarlo todo a una carta.
En el medio, la coalición Izquierda Unida, que después de conseguir un diputado en los últimos comicios se presenta optimista ante la nueva cita con las urnas, con José Molina al frente. La coalición será la piedra angular en el caso de que, en esta ocasión, nadie alcance la mayoría absoluta. Pero las posturas ya están claramente definidas de antemano.
Las encuestas y los sondeos son para todos los gustos. Nada parece estar claro. Ni siquiera la intención de voto de muchos, en una comunidad en la que José Bono sigue pisando fuerte y sin grietas aparentes. Unos y otros son conscientes de que las elecciones tienen un significado que va más allá de los aspectos locales, y las espadas se mantienen en todo lo alto.
El ambiente político que se vive pesa mucho y, a la hora de aprovechar la corriente, unos la tienen a favor y a otros les toca nadar en contra. A pesar de esto, Castilla-La Mancha y Extrema dura continúan siendo las comunidades autónomas en las que el PSOE mantiene las mejores expectativas de voto, y su candidato manchego, José Bono, es uno de los mejor valorados.
Según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 56% de los encuestados aprueba la gestión de Bono. Político hábil, sutil y que sabe ganarse a la gente -cuenta para ello con 12 años de entrenamiento-, tiene frente a él una alternativa y la determinación del Partido Popular de acabar con la hegemonía de más de una década.
Desde las últimas elecciones autonómicas de 1991, en las que el PSOE consiguió 27 diputados, ocho más que el PP, hasta los presentes comicios han pasado cuatro años. En medio, las elecciones al Parlamento Europeo, en las que el Partido Popular consiguió el 52,17% de los votos, frente al 35,91% del PSOE y el 6,16% de Izquierda Unida.
Salvando las distancias entre unas elecciones europeas y unas autonómicas, los' representantes del PSOE reconocen que las cosas no son tan favorables cómo en 1991 y aseguran que habrá que trabajar "para conseguir mantenerse". Especialmente en las municipales, donde el Partido Popular confía en dar la vuelta a los resultados en algunos municipios que hasta ahora habían sido "propiedad casi exclusiva" de los socialistas.
Todos están pendientes de lo que pueda pasar en provincias como Ciudad Real o Albacete, auténticos caballos de batalla donde hasta ahora el PSOE salía con ventaja en la carrera. El Partido Popular espera conseguir arrebatar algunas de las alcaldías más significativas en estas dos provincias.
La coalición Izquierda Unida podría tener de nuevo la llave alcaldías donde la diferencia votos no sea significativa. Todo serviría de ejemplo. A pesar de que la lista del Partido Popular fue la más votada en las en las últimas municipales, el apoyo de dos concejales de Izquierda da sirvió para que el PSOE siguiera el sillón en la alcaldía la capital regional.
Castilla-La Mancha no es de las comunidades que se caracterizan por el sentimiento de región de sus habitantes. Es un valor muy rentable políticamente que está todavía por despert desarrollarse. Los candidato saben e intentarán sacarle todo partido durante sus campaña. La consigna es ofrecer una imagen de Castilla-La Man como algo más que una mera munidad agrícola y dependi para su vida económica y po ca de los designios de Madri de Bruselas.
La defensa a ultranza, en frentamiento directo entre el Ministro de Obras Públicas, Tranportes y Medio Ambiente, José Borrell, y el presidente del Ejcutivo manchego, de las Hoces río Cabriel frente a la autovía de Levantey la pugna de la políca de trasvases, con mediciones caudal del río Tajo con notario incluido, no es otra cosa, a juicio de la oposición, que un pacto entre las dos administraciones por conseguir algún voto más. No en vano la sequía es, después del paro, según la última encuesta del CIS sobre la situación social y política lo que más preocupa en Castilla-La Mancha.
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