Las bosnias han sostenido la vida en la retaguardia, según Belkisa Hadic
Bosnia no es un país de fundamentalistas. Las mujeres estamos educadas y preparadas para actuar en la sociedad europea a la que pertenecemos", afirma Belkisa Hadic, presidenta de la Asamblea de la Unión de Mujeres de Bosnia. Hadic, una pediatra de 42 años que trabaja en el hospital de Tuzla, sostiene que, a lo largo de estos tres años de guerra, las mujeres han sido las que han llevado el mayor peso de la vida civil de Bosnia, desde la enseñanza hasta la salud, pasando por la administración.Hadic se encuentra en España por invitación del Instituto Catalán de la Mujer, con el objetivo de recordar a la sociedad española el sufrimiento del pueblo bosnio. "Antes contábamos la guerra por días; ahora, por años. Tememos que esto se alargue y el mundo olvide nuestro problema".Pero también la paz preocupa a estas mujeres que defienden un Estado laico y liberal, lejos de la radicalización religiosa que está acarreando este largo conflicto y en el que ellas sigan desempeñando un papel en la sociedad en pie de igualdad con los hombres. "Nos negamos a ser relegadas a la cocina y dejar nuestros puestos de trabajo a los hombres cuando vuelvan al país".
Pésimas condiciones
Alrededor de 1,2 millones de personas abandonaron Bosnia al iniciarse la guerra. Muchas de ellas eran intelectuales y profesionales cuyos puestos han sido ocupados -y bien desempeñados- por las mujeres que optaron por quedarse y que durante tres años han sabido sacar adelante su trabajo, a pesar de las pésimas condiciones.
La Asamblea de la Unión de Mujeres de Bosnia, creada en septiembre de 1994, está formada por 50 organizaciones de base implantadas en la zona no dominada por los serbios que tratan, entre otras cosas, de elevar el nivel educacional de las mujeres. Además cuentan con un programa, denominado Mujer por Mujer, que ahora pretenden internacionalizar para lograr el apoyo de las mujeres de otros países y para que éstas presionen a sus respectivos Gobiernos para que no dejen de enviar la ayuda humanitaria a los distintos enclaves protegidos de Bosnia, de la que dependen para su alimentación y salud 200.000 niños.
Belkisa Hadic señala que también cooperan con diversas organizaciones humanitarias internacionales para ayudar a las decenas de miles de mujeres violadas en Bosnia. "La violencia sexual acarrea múltiples problemas, que han de atajarse desde diversos frentes", señala. Relata historias escalofriantes que han pasado por el hospital donde trabaja, y añade que en la misma Tuzla hay cinco hijos de violaciones que han sido abandonados por madres que no quieran saber nada de ellos.
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