El Cordobés, multado con 100.000 pesetas por injurias a la policía

JOSÉ L. RODRÍGUEZ, La juez sustituta Amparo Pareja ha condenado al veterano torero Manuel Benítez, El Cordobés, a 100.000 pesetas de multa por un delito de injurias leves por escrito y con publicidad contra la policía de Córdoba cuatro días después de haber sido detenido en unos terrenos suyos y ser obligado a desnudarse en las dependencias policiales para un cacheo.

La sentencia, publicada ayer, un mes después del juicio, condena también a Benítez al pago de otras 15.000 por una falta de desobediencia y a tres días de arresto por una de lesiones contra un ciclista que irrumpió en aquéllos, al que tendrá que indemnizar, también con 15.000, por las lesiones que le causó y la camisa que le rompió.

El Cordobés fue detenido el 11 de mayo de 1992, cuando tomaba unas copas en compañía de unos amigos. Una vez puesto en libertad, denunció en distintas entrevistas en la prensa y la televisión haber sido objeto de tratos vejatorios durante su arresto municipal.

En sus declaraciones empleó los términos "hienas, víboras, sinvergüenzas, criminales o asquerosos" cuando definió a los agentes que le detuvieron y a los que practicaron las diligencias por obligarle a desnudarse para un cacheo, práctica que fue admitida por los cuatro que actuaron en su detención y por su propio jefe, Antonio Serrano.

Benítez explicó en la vista que su intención no era ofender a la policía local ni a los que la integran, sino defenderse y criticar el ataque sufrido cuando fue detenido "de forma desproporcionada" y sometido "a un trato vejatorio", alegaciones que para la juez "carecen del más mínimo apoyo probatorio", a lo que añade "la ausencia de toda denuncia" sobre las supuestas circunstancias que rodearon la detención.

El fallo no recoge los testimonios de los cuatro agentes que detuvieron a El Cordobés. Estos afirmaron que es práctica habitual en el cuartel obligar a desnudarse a todos los arrestados, sea cual sea el motivo de su detención, para un registró más minucioso.

Estas declaraciones motivaron que el alcalde de Córdoba, Manuel Pérez, creara una comisión de investigación para aclarar tal situación en las dependencias policiales del Ayuntamiento.