De chófer de camión a millonario

José María Aldaya es un pequeño empresario del transporte cuyas firmas facturan al año, según fuentes del sector, unos 200 millones de pesetas. Es propietario de Alditrans y Ugaldetxo, donde además de dos de sus hijos y otros familiares trabajan una veintena escasa de personas. El tercero de sus hijos, médico de profesión y residente en Inglaterra, es accionista a su vez de Transportes Regueira, una pequeña firma de gestión especializada en mercancía pesada que emplea a tres trabajadores.Alditrans, fundada en 198 1, se dedica al transporte de paquetería y dispone de la representación en España de la firma CAT, filial de la Regie Renault, encargada de la distribución de componentes de automoción. Ugaldetxo, establecida igualmente en Oiartzun, ha distribuido en los últimos años en el norte de España las guías de Telefónica. Su flota de transporte es pequeña, ya que la distribución es en muchos casos subcontrada a autónomos.

Pese a que su nombre apareció como potencial objetivo en la información incautada a ETA, José María Aldaya no se protegía con medidas de seguridad, según sus familiares. Hombre campechano, es caracterizado por sus conocidos como tranquilo, poco amigo de la ostentación, amante de los paseos por el monte y del cuidado de una huerta.

Sabino, un amigo de Aldaya desde que ambos hicieron juntos la mili, recordaba ayer que el secuestrado nació en el barrio obrero de Herrera. [El secuestro] "no será por el dinero", comentó Sabino, "porque José María no tendrá ni 20 millones en efectivo. Siempre ha sido una muy emprendedor, muy trabajador. Comenzó como chófer de un viejo camión Pegaso y ha invertido todo lo que ha ganado. Trabajaba hasta los domingos y todo lo ha conseguido a fuerza de esfuerzo".