El baile de los depredadores
El 4 de abril de 1990, en una reunión celebrada en Banesto, en su despacho, Arturo Romaní pactó con Ronaldo Sullam, de la multinacional Air Products, el precio de la paz en Carburos Metálicos: un total de 1.344 millones de pesetas, o el equivalente de 2.000 pesetas por cada uno de los 672.000 títulos cedidos como opción a cuatro años. Sin embargo, ese dinero no entró en el Banco Español de Crédito. Romaní dio instrucciones a la multinacional para ponerse en contacto con el bufete de Zurich, Homburger Achermann, a fin de transferir el dinero a quien ellos le indicasen. La cuenta, como finalmente se puede ahora comprobar, es una sociedad de Jacques Hachuel.Romaní dijo al juez que Air Products no tenía ninguna razón para pagar a Banesto, cosa que es manifiestamente incierta: fue Banesto quien aceptó ceder los derechos políticos de un 5,9% del capital de Carburos Metálicos a Air Products (equivalentes a los 672.000 títulos cedidos como opción), reformar los estatutos para' permitir una posición de bloqueo de la multinacional y aumentar su número de consejeros, Conde, igual que Romaní, dijo al juez desconocer "todo lo relativo a la existencia de un precio y su correspondiente pago por una opción de compra concedida en favor de Air Products".
Todo esto es muy complicádo tratándose del baile que mantienen en torno a Carburos Metálicos tres depredadores, pero al mismo tiempo puede ser sencillo. Mario Conde y Arturo Romaní usaron a Jacques Hachuel para tiburonear a Air Products (24,8% de Carburos en el año 1990) mediante la emisión de unos warrants sobre acciones de la citada sociedad. La multinacional resistió. Hubo entonces que buscar una solución. Se recompran los warrants a Hachuel y se busca presentar esa operación como parte de la negociación de la paz que posteriormente se hace con Air Products. El que era tiburón, Hachuel, se presenta en la nueva versión como intermediario: Banesto deja que sea él quien cobre los. 1.344 millones de pesetas de la opción pagada.
Mientras, en la memoria de la Corporación Industrial de Banesto, grupo consolidado, en la página 27 del ejercicio de 1990, se lee: "Adicionalmente durante el ejercicio 1990 se han adquirido a la sociedad francesa Euris warrants sobre acciones de Carburos Metálicos por un importe total de 3.651 millones de pesetas. Dicha inversión ha sido provisionada con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio 199V. Es decir, el Banco Español de Crédito pagó a Hachuel unos warrants cuyo valor era cero y tuvo que reconocer como pérdida. Y, además, los 1.344 millones de pesetas, por razones que nuestros tres depredadores saben, decidieron dejarlos fuera de España.
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