Los fundadores de Ferrys hacen las paces y toman el control del grupo
La familia Ferri, fundadora del grupo Géneros de Punto Ferrys, de Canals (Valencia), ha sindicato sus acciones y tomado el control de la compañía después de que sus miembros hayan hecho las paces. Graves diferencias han mantenido dividida a la familia valenciana desde que el pasado 13 de enero la conocida firma textil suspendiera pagos. La viuda del fundador, Carmen López, propietaria del 30% de las acciones, y sus seis hijos, controlan desde la semana pasada el 55% del capital, desplazando de la dirección a la sociedad francesa Devanlay, que tomó el timón del grupo inmediatamente después de que estallara la crisis en Ferrys gracias al apoyo de Carmen López.Lo que algunos han acuñado como el culebrón de Canals -madre e hijos se intercambiaron duras acusaciones a través de los medios de comunicación- toma un nuevo rumbo tras la sindicación accionarial. Fuentes del comité de empresa aseguraron ayer que la unión de acciones conducirá necesariamente a un cambio de la dirección, actualmente ocupada por Óscar Perreau, nombrado hace unos meses por el accionariado francés.
Según expusieron ayer los portavoces sindicales al consejero de Industria de la Generalitat valenciana, Martín Sevilla, con el que se reunieron por la mañana, el cambio de actitud de la presidenta de Ferrys obedece a la gestión que hasta ahora han acometido los representantes de Devanlay en la firma valenciana. Los comités de empresa de Ferrys, que representan a los 1.400 trabajadores del grupo, fueron informados de los cambios accionariales que se preparaban en la empresa el pasado jueves, aunque hasta ayer no transcendió noticia alguna.
Ampliación de capital
La suspensión de pagos colocó a principios de año a Ferrys al borde de la asfixia económica. La incorporación de Perreau dio paso a un largo y duro proceso de negociación con los bancos y cajas acreedores para conseguir liquidez suficiente para pagar las nóminas a los empleados y comprar materias primas suficientes para atender los pedidos que la compañía de Canals tenía en cartera antes de la suspensión. Las entidades financieras se comprometieron a conceder créditos a Ferrys a cambio de que los accionistas suscribieran una ampliación de capital por 150 millones de pesetas y a cambio, también, de que los franceses Devanlay dieran muestras de su compromiso con la firma. Esta operación no concluirá hasta principios de junio.
Pasado el tiempo, el recién nombrado portavoz de los Ferri, Valerio Soto, yerno de Carmen López, insinuaba al gobierno de la Generalitat que el accionariado francés no había cumplido con sus compromisos, explicando así el cambio de alianzas. El grupo textil comercializa sus productos en el mercado español bajo las marcas Ferrys, Best o Nina. Una consultora externa confecciona ahora un plan de viabilidad que asegure el futuro de la firma.
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