Ganó Chirac
JACQUES CHIRAC impuso finalmente su condición de favorito y será el presidente con el que Francia cruzará el umbral del siglo XXI. Pese a las zozobras de los últimos días de la campaña, en los que fue perdiendo puntos hasta sembrar de nerviosismo su cuartel general. Ha sido la suya una victoria mucho más ajustada de lo que nadie hubiera previsto, dada la muy sólida mayoría de centro-derecha que ha cristalizado en la sociedad francesa en los últimos años. El aún alcalde de París alcanza la presidencia de Francia en su tercer intento. En eso repite los pasos de su predecesor.En su intento de no perder un solo voto en la recta final, Chirac ha ofrecido un programa confuso y a menudo contradictorio, tratando de conjugar europeísmo y nacionalismo, rigor económico y populismo social. Un abanico tan movedizo de promesas puede terminar generando insatisfacción en todos los campos. Y a falta de esa victoria aplastante que Chirac esperaba, el nuevo presidente tendrá que aceptar la necesidad de compromisos con las diversas familias, de la derecha presentes en la Asamblea Nacional durante los tres años que quedan de legislatura. Allí será probablemente Balladur, con su ascendiente sobre la derecha no gaullista, su principal interlocutor. Y las relaciones entre los dos antiguos aliados y recientes adversarios no están libres de problemas, por mucho que en los últimos días Balladur demostrara su lealtad al candidato de la derecha.Enfrente se ha encontrado Chirac con un rival que, partiendo de la nada de un Partido Socialista dividido y desmoralizado, le logró poner en apuros al final de campaña. Lionel Jospin tuvo primero que superar los recelos de los propios militantes socialistas, decepcionados ante la negativa de Jacques Delors a representarles. El primer aldabonazo lo dio al ser el candidato más votado en la primera ronda, rompiendo así algunos pronósticos prematuros que auguraban una lucha Final fratricida entré los dos grandes candidatos de la derecha, Chirac y Balladur. El futuro de ese duelo hubiera sido más incierto aún, según los observadores.
Jospin no ha ganado, pero ha desmentido que el escenario político francés se haya fosilizado en torno a un centro-derecha absolutamente hegemónico, tras los sucesivos reveses del Partido Socialista. La recomposición de la izquierda francesa. parece al menos posible tras el digno resultado de Jospin. La primera tarea será la de unificar en un proyecto a todos los barones del socialismo, que han estado más concentrados en combatirse que en hacer frente común contra la derecha.
En Francia comienza ahora realmente esa nueva época que se venía anunciando desde la demoledora derrota del Partido Socialista en las timas. Con François Mitterrand en el palacio del Elíseo, los conservadores tenían aún maniatada a su mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional para llevar a cabo ese gran proyecto de reformas que algunos vienen anunciando desde hace años. Pero está por ver que las relaciones entre el nuevo presidente y la Cámara vayan a ser mucho mejores en el futuro de lo que lo fueron hasta ahora en difíciles años de cohabitación.
Chirac, habrá de demostrar ahora qué es lo que realmente piensa cuando habla de su compromiso inquebrantable con la unidad europea y después resucita planes para un referéndum sobre la unión monetaria. Tendrá que ser más explícito que hasta ahora acerca de su relación con la poderosa Alemania y también respecto a sus planes sobre la coordinación europea en política exterior y de defensa. ¿En qué consiste, por lo demás, esa idea de Europa que dice tener, a mitad de camino entre el proyecto alemán y el británico?
Chirac tendrá que definirse también en cuestiones como la inmigración, la reforma institucional y la fiscalidad, terrenos en los que ha tomado tantas posiciones como públicos ha tenido. Concluido el duelo electoral, clausurada oficialmente la larga y contradictoria era Mitterrand, y con Chirac ya definitivamente en el Elíseo, este gran vecino nuestro que es Francia abre ahora un nuevo capítulo en su historia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.