Un 'Yonqui' muere apaleado tras una brutal agresión de tres hombres ,
Fue un ataque brutal y no tuvieron compasión. Pablo C. L., un drogadicto de 35 años enfermo de sida, murió el pasado día 24 en el hospital Gregorio Marañón, donde había ingresado en coma como consecuencia de la paliza que le propinaron tres hombres el día de Jueves Santo sin mediar provocación aparente.El yonqui estuvo cinco días debatiéndose entre la vida y la muerte, pero al final los médicos de la unidad de cuidados intensivos no pudieron salvarle. La Jefatura de Policía no ha informado hasta ahora de este suceso en el que no ha habido detenidos.
La agresión se produjo cuando Pablo, con antecedentes penales, intentaba comprar heroína y cocaína, acompañado de su novia, en las inmediaciones del poblado marginal de Los Focos, cerca de la avenida de Guadalajara (San Blas).
Los agresores -tras cuyos pasos anda un grupo especial de la comisaría de San Blas- le tumbaron en el suelo a fuerza de certeros golpes. Y le provocaron un derrame cerebral y diversas hemorragias internas, según explicó ayer una cuñada de la víctima.
La policía cree haber logrado identificar a uno de los agresores, un presunto delincuente habitual que aún no ha sido localizado. La mortal agresión se produjo en la noche del 19 de abril. Ese mismo día, Pablo se había escapado del hospital Ramón y Cajal, donde había ingresado unos días antes para someterse a un tratamiento de desintoxicación que abandonó sin llegar a conseguir el alta.
Huyó del centro médico porque sufría un severo síndrome de abstinencia. Su novia le notó especialmente nervioso cuando salió del sanatorio. Ambos (ella, de 22 años, también es toxicómana) decidieron ir hacia el poblado chabolista de Los Focos para conseguir una dosis con la que detener el mono. Ni por lo más remoto se imaginaron lo que les esperaba allí.
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"Matadme si quereis, pero no os lleveis el coche" suplicó la victima a sus agresores
Al llegar la pareja al poblado vieron a tres personas en uno de los callejones que dibujan las chabolas. Les preguntaron dónde podían adquirir droga. Dada la hora que era -bien entrada la noche-, no hallaban a ningún camello y casi todas las chabolas estaban cerradas. Los agresores no les dieron información, por lo que la pareja siguió merodeando por el poblado en busca de algún suministrador. Al rato, los tres individuos alcanzaron a la pareja por la espalda. Uno de ellos colocó a Pablo una navaja en el cuello, sujetándole por los pelos. Sin más explicaciones, comenzaron a golpearle indiscriminadamente por todas partes del cuerpo hasta dejarle tendido en el suelo, según ha relatado después, la novia a los agentes que se han hecho cargo de las pesquisas. Le registraron los bolsillos y le quitaron las 10.000,pesetas que llevaba encima, supuestamente el dinero que pensaba emplear para apagar su sed de heroína. La víctima -visiblemente delgada por su enfermedad suplicó a sus agresores que se llevaran el dinero y que dejasen de pegarle. También les rogó que no se llevaran el coche, porque era de su madre. Pero los golpes no cesaron, incluso después de robarle el dinero, ni respetaron sus súplicas: tendido en el suelo y echando sangre por la boca, Pablo les rogó: "Matadame si queréis, pero no os llevéis el coche".
La novia también pidió clemencia, y no pudo defenderle porque la retenían con una navaja en el mentón. Los tres individuos se subieron al automóvil, y el conductor, al emprender la huida, dio un volantazo al vehículo e hizo pasar sus ruedas por encima de las piernas de Pablo.
Ayuda vecinal
Varios vecinos del poblado de Los Focos se despertaron y salieron de las chabolas para auxiliarles y Ilamar a una ambulancia. Gravemente herido, Pablo fue conducido al Gregorio Marañón, donde falleció el día 25. Un médico de cuidados intensivos señaló ayer tarde que la historia clínica de Pablo estaba en el archivo del hospital, y que en ese momento no podía consultarla para ver las causas concretas de su muerte. No obstante, la cuñada del fallecido explicó ayer que había sido intervenido de una hemorragia cerebral, y que sufría otra en el abdomen.
La novia de Pablo ha identificado, a través de fotografías de delincuentes que le mostró la policía tras el suceso, a uno de los individuos que participaron presuntamente en la agresión. Se trata de A. A. S. J., un delincuente con numerosos antecedentes penales. La policía del distrito de San Blas anda ya tras él, pero aún no ha podido detenerle: desde entonces no se le ve por los lugares que solía frecuentar.
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