SANCHO PANZA, EN SU INSULA

Era bajito y regordete, destilaba "filosofía rural" en sus asertos y alcanzó rápida fama a la sombra de un caballero de triste figura. Su llegada a la cosa pública tuvo lugar junto al Ebro, al oeste de Zaragoza, y sus asertos sirvieron finalmente de chanza entre quienes le perdieron el respeto pese a estar sentado en un autoritario sillón y con la vara de mando entre sus piernas. Las autoridades aragonesas han querido homenajear ahora al ilustre compañero de Don Quijote, pero esta vez en solitario, lo que en la memoria de los promotores de la idea la convierte en singular. El monumento se inaugurará el próximo lunes en el lugar donde Miguel de Cervantes situó a la ínsula Barataria, hoy en día término municipal de Alcalá de Ebro. La obra, en bronce, ha sido realizada por Carlos Pérez de Albéniz a tamaño cuasi natural. El Gobierno aragonés pretende con este homenaje dar vida turística a una zona desconocida pese a estar a escasos kilómetros de la basílica del Pilar y no lejos de Fuendetodos, localidad que viera nacer a Francisco de Goya. El casi octogenario Antonio García López (en la foto) podría ser un buen narrador de las andanzas, que conoce de memoria, del ex gobernador de aquellas tierras que por límite tienen Pedrola, singular villa donde la duquesa de Villahermosa asentó sus reales