ETA recurre al mercado de abonos para fabricar explosivos

La policía francesa trabaja desde hace meses sobre la pista de un pequeño grupo de especialistas de ETA en explosivos que han permitido a esta organización renovar su capacidad de producir artefactos mortíferos, pese al sucesivo desmantelamiento en los últimos años de los talleres clandestinos destinados a ese fin. Las investigaciones realizadas hasta ahora han permitido acreditar que ETA recurre al mercado de la industria agraria de los abonos para hacerse con las sustancias químicas que requiere la fabricación del amosal. La sospecha policial surgió a la vista del listado de compras a realizar que el activista Gil Cervera guardaba en la casa de París en la que fue detenido. A partir de los elementos encontrados en el taller localizado en Mouguerre, cerca de Bayona (Francia), el 14 de septiembre del pasado año, los técnicos policiales han constatado la viabilidad de la fabricación del amosal y del amerital (amosal reforzado) una vez aplicadas en su justa medida las dosis necesarias de las mezclas. El grupito de especialistas en explosivos de ETA, elementos que diseñan los artefactos y dan las instrucciones precisas para la fabricación del amonal, están estructurados de manera estanca, lo que explica el hecho de que no fueran detectados durante el seguimiento y vigilancia policial ,previa al desmantelamiento de los zulos de Bidart, en febrero de 1993, y Mouguerre. Para la policía resulta ya evidente que los detenidos en Mougurre, José Martin López Castañares y, Kepa Múgica Garmencia -hermano este último del ex dirigente actualmente encarcelado Pakito y Artapalo-, "eran simples peones, peones especialistas, si se quiere, pero nada más".El auténtico ingeniero En ese pequeño grupo de especialistas, que incluye a un súbdito francés, figura un elemento al que la policía francesa busca con particular interés en la medida en que le considera "el auténtico ingeniero de ETA en explosivos", el personaje que ha jugado el papel clave en la recuperación por parte de la organización terrorista de la capacidad de fabricación de artefactos.

Por el contrario, la existencia de un tercer zulo habilitado como taller de explosivos -el que ahora buscan intensamente los cuerpos policiales franceses tras el reciente hallazgo en el municipio de Jatxou de 120 kilos de amosal- era una tesis. que los expertos señalaron tras la operación de Mouguerre. Con todo, la ausencia durante largos meses de atentados con explosivos hizo pensar a la policía que ETA tropezaba con dificultades para reanudar la producción de amosal y amerital. "Dada la facilidad con que pueden obtener los materiales para la fabricación de explosivos, y si no detenemos a sus especialistas ni reventamos su zulo, ETA puede seguir fabricando kilos de amerital como quien cosecha patatas", indican las mismas fuentes.