El Canal ensaya la lectura a distancia de los contadores para evitar ir a las casas

Agua y ondas electromagnéticas en perfecta comunión. El Canal de Isabel II está experimentando un nuevo sistema de lectura de contadores. El tradicional contador-linterna-bolígrafo-inspector dará paso al más sofisticado radiotransmisor-onda herciana-vehículo receptor-ordenador. Es la lectura del consumo de agua a distancia, para así lograr pasar factura al usuario sin que haga falta entrar en su domicilio.

El Canal de Isabel II, empresa pública regional que gestiona el agua en la Comunidad de Madrid, experimenta actualmente en algunos edificios de Las Rozas (municipio con 44.248 vecinos) un programa piloto para que sus inspectores puedan leer los contadores del agua sin bajarse del vehículo en el que se trasladan. Los contadores disponen de un emisor de radio, y la lectura se registra en un ordenador conectado a un receptor.La mayoría de los contadores de agua se encuentran en el exterior de las viviendas, medida ésta que se ha generalizado en los últimos años para facilitar su lectura a los empleados del Canal. Sin embargo, Juan Luis de la Puente, director financiero de la empresa, calcula que las ausencias del domicilio de los clientes o, simplemente, el hecho de que estos no quieran abrir la puerta al trabajador del Canal de Isabel II provoca que no se puedan registrar los consumos del 9,5% de los contadores de la Comunidad. "Esto no quiere decir que el Canal no cobre al usuario", aclara De la Puente, "normalmente, en estos casos facturamos por estimación, manejando unos datos históricos".

Prorrateo del gasto

A muchos de los usuarios ausentes se les cobra en exceso, a otros en defecto, pero con el promedio utilizado, aseguran, "el error es sólo de un 1%".

Ante este dato, los técnicos del Canal explican que la investigación del nuevo sistema de lectura no se debe al quebranto económico que pueda suponer la no lectura de contadores por ausencia del usuario: "Es un tema de calidad de servicio", argumenta De la Puente. "Con el nuevo sistema, todos los recibos facturados serían exactos y, además, al informatizar las lecturas, reduciríamos el tiempo que tardamos en facturar el consumo".

De la Puente informa de que se han realizado experiencias similares en algunos países europeos, por ejemplo, en Italia y Francia. Igualmente, en Estados Unidos se ha llegado a leer el consumo conectando el contador a la línea telefónica del usuario. "Pero en España el índice de aceptación para que un usuario permita usar su teléfono a una empresa de servicios es muy bajo", comenta el director financiero del Canal de Isabel Il.

Los responsables del Canal de Isabel II calculan que en un año se habrá perfeccionado el sistema y se comenzará a implantar en los nuevos barrios.

"El problema para que no los instalemos mayoritaria" mente es de índole económico", justifican, "ya que adaptar un contador ya instalado nos cuesta alrededor de 10.000 pesetas, e instalarlos a los nuevos clientes en barrios antiguos supondría duplicar el "sistema de lectura" en las mismas zonas.