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ETA asume el atentado contra Aznar y advierte que seguirá matando si no hay autodeterminación

Los partidos con representación parlamentaria recibieron ayer con indignación y fuertes críticas el comunicado de ETA, en el que la banda terrorista asume la autoría del atentado contra José María Aznar y los asesinatos del policía nacional López Moreno y del brigada Mariano de Juan. ETA ofrece la posibilidad de un doble diálogo y un alto el fuego, que condiciona al reconocimiento del derecho a la autodeterminación y la integración de Navarra en Euskadi. El PP puso ayer en cuestión hacer compatible el espíritu de los pactos antiterroristas con el diálogo, con los violentos.

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La organización terrorista ETA afirma en el comunicado que no declarará tregua alguna en tanto el Estado no reconozca "el derecho de autodeterminación" y la "unidad territorial de Euskal Herria", esto es, la integración de Navarra en la comunidad autónoma vasca. En su escrito, los terroristas condicionan igualmente el cese de sus atentados al compromiso por parte del Estado a "garantizar el respeto a lo que el pueblo vasco decida democráticamente" en una fase posterior y plantea dos escenarios de negociación. Uno "entre la propia ETA y el Estado", y otro "entre los sindicatos, asociaciones, movimientos sociales, partidos e instituciones vascas".En esa segunda fase, que según las exigencias de ETA debería abrirse con "el alto el fuego", una vez reconocido por parte del Estado el derecho de autodeterminación y la unidad territorial, la sociedad vasca decidiría "en un proceso democrático y sin límites", dice, "todos los aspectos relacionados con la organización y futuro de Euskal Herria". En concreto, y tras reclamar para esa fase la concesión de "una amnistía general", la organización terrorista cita cuestiones como el desarrollo del propio derecho de autodeterminación, "la formula ción de la unidad territorial, las relaciones entre toda Euskal Herria [en una aparente referencia al País Vasco francés], las facultades de la nueva orga nización institucional, el plan para euskaldunizar Euskal Herria, el modelo y la planifica ción socio-económica, la desmilitarización de Euskal Herria, las libertades democráticas... ".

ETA indica que, "sin abandonar la lucha por la independencia de Euskal Herria y por una sociedad basada en la justicia social", está dispuesta, eso sí, a "adecuar su iniciativa a la nueva situación en la medida en que surjan nuevas condiciones y medios democráticos". Añade que el desarrollo de su propuesta "determinará la superación del conflicto armado entre Euskal Herria y el Estado". Los terroristas reivindican en el mismo escrito los asesinatos del policía Eduardo López Moreno, víctima de la bomba que ETA abandonó en el edificio del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Endarlaza (Navarra), y del brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría, asesinado en San Sebastián.

Asumen igualmente, "como un aviso por haberse negado a pagar el impuesto" de ETA, la colocación de la la bomba contra la empresa Bodegas y Bebidas, de San Sebastián.

Respecto al atentado contra Aznar, ETA señala que "con esta acción se ha atacado a uno de los representantes máximos de los enemigos que garantizan la opresión de Euskal Herria y se ha dejado en evidencia la crisis política e institucional que vive el Estado español". Y añade: "Después de que el PSOE, ahogado en la corrupción y la guerra sucia, ha fallado en la labor de desmenuzar la resistencia vasca, el PP, deseoso de relevarle en la dirección del Estado, nos quiere hacer beber el vino avinagrado del mismo tonel".

Más allá de proclamar su negativa a una tregua que no venga precedida de la plasmación de sus exigencias, el comunicado de ETA ofrece como novedad la osada pretensión de erigirse como guardián de un proceso social que hace tabla rasa del camino cubierto por la sociedad vasca desde la transición política.

La propuesta de la doble negociación fue planteada en su día por las fuerzas democráticas en una propuesta en la que se caracterizaba al diálogo posible entre ETA y el Estado como estrictamente técnico, ajustado a la excarcelación de los presos y la entrega de las armas. ETA asumió con posterioridad el doble escenario, pero sin renunciar a la negociación política con el Estado.

La indignación recorrió ayer las filas de los partidos. Carlos Garaikoetxea, presidente de EA, advirtió que las acciones de ETA sirven de "coartadas a los adversarios del nacionalismo para deslegitimar las reivindicaciones" vascas. El PP señaló que el escrito de ETA, "inequívoco clarificador", deja las cosas claras: "O la autodeterminación, la incorporación de Navarra y la independencia, o nada de nada". El PP se pregunta: "¿Qué hay que dialogar y sondear con los terroristas que no sea para preguntarles cuál será el siguiente objetivo de la organización?".

El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, tachó de cínico el comunicado y advirtió que es difícil hacer compatible "el cumplimiento del espíritu de los pactos con las conversaciones con los violentos".

Ramón Jáuregui, secretario general del PSE-EE, calificó de "ultimatum a la democracia y al pueblo vasco" el texto de ETA. "No hay una propuesta de negociación", dijo, "sino una exigencia de rendición bajo la tutela de la violencia de ETA que, en todo caso, seguirá ejerciendo". El mismo rechazo fue expresado por el dirigente de IU-EB, Javier Madrazo, que definió como "broma macabra" el manifiesto publicado en Egin. "ETA", argumentó, "ha alcanzado el punto más alto en su carrera de esquizofrenia".

Patxi Zabaleta condena la acción de Madrid

Patxi Zabaleta, parlamentario navarro y miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, mostró ayer su desacuerdo, "por convicciones morales, por razones sociales y por razones políticas", con el asesinato del, dirigente del Partido Popular en Guipúzcoa Gregorio Ordóñez y con el atentado fallido contra José María Aznar.En un artículo publicado en el diario Egin, Zabaleta afirma que "la acción arma da no puede interferir en el debate político" y agrega que, al igual " que no puede ignorarse la existencia de ETA, tampoco "resulta serio ni riguroso el pretender actuar como si no existiesen los movimientos pro-paz y la amplísima sensibilidad social en la que se apoyan".

El dirigente navarro, promotor de buena parte de las enmiendas a la ponencia oficial interna de HB rechazadas en el reciente debate de esta formación que reafirmó su apoyo a ETA, sostiene que "la acción armada no es ni puede legitimarse en el contexto de la confrontación política". "Ni siquiera", añade, "puede ser utilizada en el logro de ventajas y desventajas en la lucha y confrontación políticas".

Aunque ya en su día se desmarcó del asesinato de Ordóñez, Zabaleta reivindica el diálogo y amplía ahora su desacuerdo a otras "acciones armadas", como la dirigida hace una semana contra Aznar, a quien acusa, sin embargo, de realizar una "utilización política" de la lucha antiterrorista para obtener "ventajas políticas".

Tras mostrar su discrepancia con parte de los contenidos de la entrevista con la dirección de ETA que recientemente publicó el diario Euskaldunon Egunkaria, puntualiza: "Estoy de acuerdo con otra parte y no tengo por qué avergonzarme".

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