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La investigación del atentado de Oklahoma salpica a un miembro republicano del Congreso

Antonio Caño

El presidente norteamericano, Bill Clinton, presentó ayer un paquete de medidas contra el terrorismo y advirtió contra la re tórica de la oposición conservadora, mientras que la investigación sobre el atentado de Oklahoma incluye ahora a un dirigente del grupo paramilitar ultra Milicia Michi gan que informó por fax a un congresista republicano. Por primera vez se crea, por tanto, una vinculación entre la extrema derecha y el poder político conservador.

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, El episodio en que se ha visto envuelto el congresista de Tejas Steve Stockman es todavía confuso y sólo indirectamente relacionado por el momento con la explosión de la pasada semana, pero viene a sumarse a un ambiente de opinión que culpa a los republicanos más conservadores de crear el ambiente emocional que justifica el atentado.En una entrevista concedida a la cadena CBS en la noche del domingo, Clinton advirtió contra "la gente que está tratando de mantener a la población irritada todo el tiempo, fomentando el odio y asumiendo, al menos con palabras, que la violencia es legítirna". El presidente se refería a los miembros más radicales del partido de la oposición, influidos por la derecha cristiana, las organizaciones antiabortistas y los grupos pro armas de fuego.Uno de ellos es el representante Stockman, enemigo declarado del control de la venta de armas y reconocido ultraconservador. Varios canales de televisión revelaron ayer que recibió el miércoles por la mañana, el día del atentado, un fax de Mark Koernke, uno de los principales ideólogos de la Milicia Michigan. El texto es el siguiente: "Primera actualización. Edificio, pisos 7 al 10 únicamente. Gente militar en escena. BATF-FBI. Amenaza de bomba recibida la pasada semana. Autor desconocido hasta el momento. Oklahoma". Las siglas corresponden a la Oficina para el Control de las Armas, el Alcohol y el Tabaco, y la Oficina Federal de Investigaciones. La palabra Oklahoma está subrayada. La expresión "primera actualización" sugiere que había habido previamente una comunicación entre Stockman y Koernke, y que éste tenía al corriente al congresista de los acontecimientos.Las fuentes citadas por las cadenas de televisión afirman que Stockman pasó ese fax a la Asociación Nacional del Rifle, el lobby que defiende la venta y posesión de armas, y que sólo después se lo entregó al FBI.El FBI está buscando a Koernke para interrogarlo pero, al parecer, el dirigente de la Milicia Michigan está en paradero desconocido junto con su familia. Fuentes oficiales han informado que Koernke, uno de los más notorios portavoces de la extrema derecha, no es aún un sospechoso en el atentado de Oklahoma.El representante Stockman negó ayer que entregara el fax a la NRA antes que al FBI. Sin embargo, reconoce que uno de sus empleados "mencionó el fax en una conversación con un amigo de la NRA el día 20".Otro de los aspectos oscuros es la hora en la que Stockman recibió ese fax. El papel que ha sido mostrado por televisión tiene marcada las 8:59 en su parte superior. Eso significaría que había sido enviado antes del atentado. Stockman cree que eso puede deberse a que el reloj del fax no fue modificado cuando la hora fue cambiada oficialmente en EE UU, a principios de abril. En todo caso, el fax fue enviado casi al mismo tiempo o sólo minutos después de la explosión, cuando todavía no se conocían públicamente las circunstancias del atentado. Éste ocurrió alrededor de las nueve de la mañana en Oklahoma, una hora más en Washington, donde está la oficina del congresista. El jefe de la investigación del atentado, WeIdon Kennedy, aseguró que no se ha podido comprobar la hora exacta a la que fue transmitido el fax.Koernke es el autor de la idea, defendida por la nueva extrema derecha, de que él Gobierno es la marioneta de un gran compló mundial dirigido por la ONU que pretende controlar las vidas de los ciudadanos de EE UU. Su vídeo América en peligro, en el que expone esa idea, termina así: "Dios bendiga a la República. Muerte al nuevo orden mundial. ¡Venceremos!"Clinton presentó ayer una serie de medidas para contrarrestar esa violencia que incluyen crear un centro de control antiterrorista dirigido por el FBI y conceder nuevos poderes a la policía para interceptar llamadas telefónicas e investigar las actividades personales de los sospechosos.

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