Francia detuvo un mes después del secuestro de Marey al etarra que buscaban los GAL

Los mercenarios que en diciembre de 1983 secuestraron a Segundo Marey buscaban en realidad al etarra José Miguel Lujua Gorostiola, Mikel, según el auto dictado el martes por Garzón. Marey tenía 51 años cuando fue secuestrado y Mikel sólo 37. El primero era vendedor de muebles e hijo de republicanos españoles exiliados en Francia. El segundo, miembro de la Ejecutiva de ETA y responsable de mugas: el paso de armas, explosivos y comandos a través de la frontera. Por increíble que parezca, los secuestradores confundieron a uno con otro.

, Mikel Lujua no era, sin embargo, un desconocido para la Policía española. Su ficha, en la Dirección de la Seguridad del Estado, ocupaba ya en la época tres folios y se iniciaba en fecha tan temprana como 1966. En 1971 pasó clandestinamente a Francia y, antes de la muerte de Franco, participó ya en cuatro atracos, la colocación de seis bombas y un secuestro; así como en el atentado contra Carrero Blanco.En 1977 intervino con Domingo Iturbe Abasolo, Txomin", en la compra de un importante alijo de armas para ETA y, desde esa fecha, se convirtió en responsable del aparato de mugas, por lo que tenía información de primera mano sobre los comandos ilegales que cruzaban desde Francia a España; así como sobre la infraestructura de la organización. En 1983, el mismo año en que los GAL intentaron secuestrarle, Mikel ingresó en el Comité Ejecutivo de ETA, según la policía española.

Larretxea también

El 10 de enero de 1984, un mes después del secuestro de Márey, la Policía francesa realizó una importante redada en varias localidades del País Vasco francés, en las que fueron detenidos 14 refugiados vascos; entre ellos seis dirigentes de ETA militar y de ETA político-militar.

Entre ellos estaban José Miguel Lujua Gorostiola y José María Larretxea Goñi, a quien cuatro geos españoles intentaron secuestrar sin éxito en octubre de 1983. Seis de los detenidos fueron expulsados por las autoridades francesas a la isla de Guadalupe, en el Caribe, y posteriormente a Panamá; mientras que Mikel y otros tres etarras quedaron confinados en la zona de París, con obligación de comparecer semanalmente ante la Policía.

Fuentes del Ministerio español del Interior reconocieron entonces que la redada era "fruto de un acuerdo pendiente entre los gobiernos de Madrid y París" y que los nombres de los etarras detenidos figuraban en una relación facilitada por las autoridades españolas.

El Ministerio francés del Interior admitió, de su lado, que "el Gobierno español deseaba que

[las personas detenidas] fueran alejadas del País Vasco francés" y que la operación trataba de atajar "el clima de violencia y de inseguridad progresiva establecido en el departamento de los Pirineos Atlánticos".

De forma más explícita, fuentes gubernamentales francesas afirmaron: "El aspecto más importante de estas medidas está relacionado con el deseo a toda costa del Gobierno de París de que la violencia desaparezca del País Vasco francés. La violencia introducida por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y que luego se ha ramificado, alcanzando un grado mas al enfrentar entre ellos a los vascos, es lo que no podemos admitir".

El secuestro de Segundo Marey no fue la primera acción de la guerra sucia dirigida contra Lujua Gorostiola. El 17 de marzo de 1981, un año y medio antes de la llegada del PSOE al poder, en Hendaya, la, esposa del etarra descubrió un artefacto con tres kilos de goma 2 adosado a la rueda delantera derecha de su vehículo y dispuesto para explotar en cuanto se pusiera en marcha.