"Aznar y yo nos hemos felicitado mutuamente por estar vivos"

Roberto García Viejo, de 38 años, uno de los tres heridos graves en el atentado contra el presidente del PP, recibió a primera hora de la tarde de ayer la visita de José María Aznar en su habitación del hospital Gregorio Marañón de Madrid. "Que se pongan en nuestro pellejo los que aprietan el botón [del coche bomba] y los que mandan apretarlo, que piensen en su familia a ver si realmente lo harían", dijo el herido iras la visita. Roberto García, casado y con dos hijos, explicó a los periodistas que Aznar y él se habían felicitado mutuamente "por estar vivos" y que habían comentado la experiencia vivida."En segundos sucede una situación tan dantesca que el cerebro no reacciona. Sólo he comenzado a estar mejor cuando me he visto en manos de los médicos. Es una experiencia inenarrable. Hay que vivirlo para saber lo que se siente", declaró.

El herido se recupera favorablemente de los hematomas, erosiones faciales múltiples y perforación del tímpano del oído izquierdo que le produjo la explosión, por lo que ayer pudo abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y pasar a una habitación normal.

Aznar, que a primera hora. de la mañana recibió el alta de los médicos de la clínica Ruber, recorrió poco después tres centros hospitalarios para visitar a las cinco personas que continuaban ingresadas a consecuencia de las heridas sufridas en el atentado.

El líder la oposición no pudo, charlar con la víctima más grave, Margarita González Mansilla, de 73 años, madre de un policía, en situación de coma profundo y con respiración asistida en el hospital Gómez Ulla.

Aunque llegó sonriente al centro sanitario, salió con semblante serio diez minutos después, tras charlar con familiares de la anciana en la UCI. "¡Ojalá estuviera mejor! Lo único que ahora se puede hacer es dar ánimos a la familia", se limitó a decir, ante las insistentes de los informadores.

Según el parte médico, Margarita González Mansilla, a la que los servicios municipales de ambulancias (Samur) rescataron de entre los escombros de su casa, presenta "encefalopatía anósica posparada respiratoria, tras sufrir traumatismo craneofacial por aplastamiento, con pronóstico muy grave".

Sólo las continuas muestras de afecto y apoyo por parte de las enfermeras y del personal que se encontraba en la clínica devolvieron la sonrisa al semblante de Aznar. Su gira por los hospitales estuvo rodeada de un fuerte dispositivo policial y salpicada por los vítores y aplausos que le dedicó el numeroso público congregado a la entrada de los centros.

En la Paz, el presidente del PP visitó a los otros tres hospitalizados; entre ellos, José Sutil Ferrer, de 47 años, uno de los cuatro escoltas que le acompañaban, que por la tarde fue dado de alta. También se recuperaba satisfactoriamente Sergio Delgado Haro, de 22 años, que como el anterior sufrió diversas quemaduras.

Juan Ramón de Hoyos Ojastro, de 26 años, el tercero de los heridos graves, que circulaba por la zona del atentado a bordo de un turismo, seguía ayer en la UCI de La Paz sometido a observación, ya que sufrió traumatismo encéfalico y fractura de mandíbula, de la que fue intervenido, aunque su evolución es favorable, según los facultativos.

Los restantes heridos, hasta una veintena, a consecuencia de la explosión de coche bomba, fueron atendidos a la largo del miércoles de lesiones superficiales en la mayoría de los casos.