Marbella no tiene dinero para pagar salarios y desplazamientos
El Atlético de Marbella está a la deriva. Pasó en un año de soñar con alcanzar la Primera División a encontrarse en la zona de promoción y vislumbrar su desaparición. La llegada del serbio Slobodan Petrovic al equipo malagueño y la incorporación de 16 nuevos jugadores a la plantilla ilusionó entonces a laescasa afición. Antonio Serrano, el presidente en funciones delegado por Petrovic tras su marcha, presentaba ayer su dimisión. Sin rumbo, ni dirección, el Marbella ha pasado de realizar sus desplazamientos en avión a tener que recurrir a una colecta de los aficionados para pagar el autobús que le llevó el pasado fin de semana a Bilbao.
Petrovic, que a pesar de su dimision sigue siendo el propietario de las acciones del club que adquirió al Ayuntamiento de Marbella, se plantó y no está dispuesto a poner un duro en el club, tras asegurar haber gastado más de 300 millones de pesetas.Los jugadores, a los que se les adeuda cuatro mensualidades, recurrieron a Jesús Gil, alcalde de Marbella, para que el Ayuntamiento volviera a acoger al club. Éste le dijo estar dispuesto, poniendo dos condiciones: que Petrovic ceda sus acciones a una sociedad municipal y que la actual directiva se marche.
La plantilla apoyó esta postura y lució el domingo el letrero "Petrovic vete ya" en su camiseta. Serrano, antes concejal de Gil y ahora hombre de confianza del serbio, acató la petición de los jugadores y se despidió ayer "para no ser un obstáculo para el Marbella".
Una de las condiciones de Gil ya está cumplida, la otra parece más difícil. El alcalde marbellí y Petrovic terminaron enfrentados pocos meses después de concretarse la venta del equipo. Gil dice que el, magnate serbio pagó sólo 30 millones de pesetas de los 113,5 en que se fijó el precio de las acciones del Marbella y éste afirma haber entregado, más dinero que el que le correspondía. Petrovíc depositó sus acciones en el juzgado y denunció al Ayuntamiento incumplimiento de contrato.
El todavía dueño del Marbella propuso a los jugadores que soliciten el embargo de los ingresos del -club por derechos de quiniela y de televisión -unos 40 millonede pesetas-para asegurar el cobro de sus salarios, como condición para seguir recibiendo el club alguna ayuda suya. La plantilla no siguió la sugerencia de Petrovic y éste se negó a pagar el viaje a Bilbao.
Los pocos aficionados con que cuenta el club gestionaron durante los días de Semana Santa las 400.000 pesetas necesarias para pagar el autobús y gastos de desplazamientos, que en los buenos tiempos se realizaba en avión mientras a los incondicionales se les proporcionaba entradas y bocadillos.
La supervivencia del club, que durante lo que va de temporada vio desfilar a siete entrenadores, es difícil, según reconocen en la propia entidad, que acumula deudas, la mayor parte con Hacienda y la Seguridad Social superiores a los 400 millones.
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