TVE reconstruye la hazaña de uno de los primeros hombres que volaron en el mundo

Diego Marín Aguilera, pastor de Coruña del Conde (Burgos), pensó, fabricó y finalmente probó un artefacto que le llevaría en 1793 a volar 360 metros. El equipo del programa de TVE Al filo de lo imposible ha reconstruido la hazaña "con los mismos materiales de la época y desde el mismo sitio". Según el guionista Javier Ortega, este burgalés lo hizo, lo que le convirtió en uno de los primeros hombres que volaron en el mundo, El programa comienza a grabarse en mayo y TVE tiene previsto emitirlo dentro de este año.

, La investigación minuciosa que ha llevado a cabo el equipo del programa nada aclara sobre la personalidad de este hombre de ingenio desenfrenado. "Sólo hemos encontrado una breve descripción del aparato que pudo utilizar Marín y que está escrita 75 años después de la hazaña por hijos de testigos", dice Ortega. Un almanaque de 1864 es la primera referencia escrita del evento. En una de sus páginas amarillas, la invención del da guerrotipo aparece junto a la noticia, ya vieja para la fecha, del burgalés volador. "Hemos construido el aparato, en colaboración con la Facultad de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Madrid, con los mismos conocimientos y materiales que Marín pudo tener en su é poca", explica el guionista.El encargado de ocupar el puesto del ingenioso Marín es Laureano Casado, un amante de los deportes de alto riesgo, que posee, entre otros, el récord de salto de globo a globo sin red. "Ya ha probado varios modelos de los realizados en la universidad y ha tenido problemas con los trozos de madera que salen despedidos después de aterrizar de no muy, buena manera. Confiemos en que en la definitiva no pase nada", dice Ortega, a la vez que traga saliva.El equipo de investigación del programa ha perseguido durante casi cuatro años las huellas del aviador, tras aparecer un artículo sobre este asunto en EL PAÍS, en agosto de 1990, del escritor Julio Llamazares. En su partida de defunción, de 1800 aparece una nota escrita con caligrafía antigua en uno de los márgenes: "el aviador". El periodista Albarelos lo cita en 1919 en sus Crónicas burgalesas.

Diego Marín Aguilera, nacido en 1757, nada sabía de los dibujos visionarios de Leonardo da Vinci, ni de los hermanos Wright. Pero al atardecer del 15 de mayo de 1793, Marín, ayudado por el herrero del pueblo y por su hermana Catalina, emprendió su primer y último vuelo. Cuentan que quería ir a Burgo de Osma, a 30 kilómetros, a ver a su hermano, aunque sólo consiguió alzarse sobre el suelo 360 metros. Prueba de que su invento funcionó.