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Belloch se estrena como 'mitinero' en Bilbao lanzando duros ataques contra la derecha

Juan Alberto Belloch lanzó ayer duros ataques a la derecha en su primer mitin con el PSOE. Con su estreno en Bilbao unió a sus tareas de superministro de Justicia e Interior las de figura central de la campaña municipal y autonómica, junto a Felipe González, Narcís Serra y Alfonso Guerra. Sus escasas tablas mitineras no son obstáculo para que el PSOE le quiera en sus grandes actos. Fuentes, de la dirección del partido aseguran que Belloch ha emprendido voluntariamente un camino sin retorno hacia una historia en común con el PSOE que le puede alejar definitivamente de la judicatura.

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"Perdonadme, soy un alevín en esto: no sé dar mítines", dijo Belloch ayer en Bilbao, donde se estrenó en un acto de los socialistas vascos. La concurrencia se percató enseguida de que no era un arrebato de falsa humildad, sino una realidad. Belloch sacó sus folios y, consciente de que no domina la faceta mitinera, se puso a leer."Se nota que le faltan muchas asambleas". "Está claro que no se ha subido mucho al bidón". Eran apreciaciones de parlamentarios del PSOE con larga experiencia de partido y sindicato, que a lo largo de sus vidas, sobre todo en los años setenta, se han encaramado muchas veces en una mesa, un cajón o un bidón al grito de "compañeros".

Pero esto no importa a los socialistas, que agradecen vivamente al ministro "el coraje" con el que está actuando en los casos del Ministerio del Interior después de los abandonos de sus ex compañeros Baltasar Garzón y Ventura Pérez Mariño. En tono de humor, los parlamentarios socialistas afirman que Garzón y Belloch sólo tienen una característica común: ninguno de los dos sabe dar mítines.

Miembros de la dirección del PSOE expresan su certeza de que Belloch se integrará en el partido cuando quiera. Según estas previsiones, Belloch obtendrá el carné del PSOE en el momento en que lo estime oportuno y no tendrá demasiados problemas para figurar en las candidaturas al Congreso cuando Felipe González convoque las próximas elecciones legislativas. "Estará con nosotros en el Gobierno o en la oposición", aventura un dirigente, del PSOE.

De momento se ha descartado el bautismo de Belloch como militante durante la campaña de mayo, por lo que sus actuaciones serán en calidad de ministro independiente. El comité de campaña le ha incluido en el organigrama de los grandes actos, en los que siempre estará uno de los cuatro elegidos: González, Serra, Guerra o Belloch.

Para estrenarse en precampaña, los socialistas vascos le reclamaron ayer en un teatro de Bilbao para presentar su candidatura municipal. Belloch se centró en las descalificaciones de los conservadores como gobernantes, la reivindicación para el Gobierno de González de la lucha contra la corrupción y la necesidad de ilusionar y recuperar al electorado perdido.

La violencia de las palabras

Belloch lamentó que todavía hoy siga activo el terrorismo y aludió también a la existencia de una nueva amenaza: "La violencia es simbólica, la ruptura del lenguaje en la que las palabras sirven como armas para destruir moralmente al adversario".

Los escasos aplausos que consiguió Belloch del aforo se produjeron cuando se refirió a la lucha que están manteniendo los socialistas "contra la corrupción y los personajes que defraudan la confianza de los votantes".

Belloch hizo gala de firmeza cuando dijo, en alusión a la detención de Luis Roldán, que los socialistas "encontramos a los corruptos y los ponemos a disposición de la Justicia". "Es el Gobierno de González el que está luchando contra la corrupción".

El ministro descalificó "el ausente programa" del PP, publicado, según dijo Belloch aludiendo a El Mundo con tono irónico, "en el periódico en donde se descubren las grandes incógnitas". Para Belloch, la forma de gobernar de la derecha en los municipios tiene un claro reflejo en Madrid, en donde "se han aumentado los impuestos y el número de funcionarios". Además, indicó, la derecha tiene una estética triste y deplorable, y para ello no hay más que ver hoy Madrid para observar una verdadera afrenta al ideal estético.

Por su parte, el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó ayer en Santander a la derecha de provocar en España un "clima de crispación insoportable". El ministro aludió, dirigiéndose a 600 socialistas reunidos en la presentación de candidatos municipales cántabros, a los propósitos hechos públicos por Aznar de aplicar su propuesta fiscal en 24 horas. "Habría que recordarle que aquí en Cantabria tardó mucho menos en cambiar dignidad por votos", informa Jesús Delgado.

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