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Tribuna
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Conjurados

Se ríen mucho en las tertulias de radio de la conspiración que denuncia Obiols desde el partido socialista catalán: De la Rosa, Conde, Abc, El Mundo (periódicos que serían las "patas visibles"), gentes de "la oscuridad": y el PP, algo inconsciente (no estoy seguro), con IU en busca de votos. Yo incluiría algunas de las tertulias donde se ríen: es propio del conjurado reírse cuando se le señala con el dedo. Incluiría también al PSOE entre los conjurados: contra sí mismo y contra la democracia. Su actitud es vehementemente desestabilizadora, y su campaña contra el poder judicial y contra el seudopoder de la prensa forma parte del mismo cuadro. Yo me río tanto porque hace tiempo que veo la conspiración.No la vi tanto cuando fue manifiesta, el 23-F, cuando el golpe fue derrotado: al ser sorprendente mente juzgado, y deplora do su fracaso, y admirada la hidalguía o la hombría de quienes lo dieron: los mismos sectores de la conjura de hoy. Entonces había un Parlamento que parecía reaccionar al salir de debajo de los pupitres; pareció que la monarquía estaba en contra y hubo manifestaciones populares. Hoy no hay Parla mento, y no sé como funcionaría todo lo demás (supongo que Sabino Fernández Campo seguiría en contra, ya sin fuerza). (Y este periódico, con la misma).

A mí no me parece mal hacer algo contra esta democracia, aunque no veo que puedan hacer lo que con Italia: la elevación del fascismo al poder. Nunca lo perdió. No me parece mal, porque esta democracia ya está minada, ya está hundida, ya es una ruina: una democracia puramente mental sobre una realidad jerárquica, despectiva, capitalista, liberal, militarista -OTAN, Irak, Bosnia-, lanzada al impuesto indirecto -la gasolina de Pascuas-, antipopular. Sí creo que había que purgar la democracia. Que no sea socialdemocracia, ni democracia orgánica, ni democracia popular, ni democracia islámica, ni democracia cristiana: que no se la reduzca, adjetive, limite, caracterice.

No más tarde de ayer lo dije ya, y aún no había leído a Obiols, del que tengo la sensación que defiende su propia conspiración contra esta nueva conspiración, que sería una contrarrevolución (¿contra qué revolución?). No veo más que la del clima: lo demás es conservador.

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