Joaquín Prat sigue muy grave
El estado de salud de Joaquín Prat era ayer estable dentro de la gravedad. Las pruebas médicas efectuadas a lo largo del día revelaron una recuperación cardiaca, pero todos los esfuerzos se centraron en controlar la hemorragia cerebral. El estado de ánimo de sus familiares era esperanzado. Alexandra, una de sus hijas, expresaba su confianza: "Los médicos nos han dicho que no tiene ningún órgano vital afectado". Joaquín Prat continúa ingresado en la unidad coronaria de la clínica Puerta de Hierro de Madrid desde el pasado jueves, en que sufrió un infarto mientras grababa un programa de televisión.Numerosos compañeros de la radio y de la televisión acudieron ayer a verle. Repitió visita Jordi García Candau, director general de RTVE y también pasaron a interesarse por el enfermo el periodista Pedro Piqueras, el presentador Ramón García, el locutor radiofónico José Luis Pecker, el diplomático Chencho Arias, y sus compañeros Rafaela Carrá, Paco Lobatón y Mari Pau Domínguez. Todos coincidieron en señalar la calidad "tanto profesional como humana" de Joaquín Prat. Una de las muestras más emotivas fue la de Matías Prats, que fue uno de los pocos que consiguieron verle: "Entré en la habitación y le cogí la mano y le di un beso".
"Su problema ha sido que la radio y la televisión le gustan demasiado, y ha trabajado más allá de lo posible", añadió.
