Turquía emprende una retirada parcial de sus tropas en el norte de Irak
Bajo fuerte presión internacional, Turquía comenzó a replegar ayer algunas de sus unidades militares del norte de Irak tres semanas después de lanzar la Operación Acero, la más formidable ofensiva de los últimos tiempos contra los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Portavoces militares en el cuartel general de Diyarbakir, al sureste de Turquía, anunciaron que 3.000 soldados han retomado a territorio turco y que el repliegue del resto de sus fuerzas se realizará por fases.
Según el informe de bajas divulgado en Diyarbakir, 356 guerrilleros del PKK han sido abatidos dentro del área iraquí controlada por Turquía desde el pasado 19 de marzo y decenas de depósitos de armas y munición han sido destruidas.Ankara envió 35.000 soldados apoyados por carros de combate, cazabombarderos y helicópteros artillados a través de la frontera con Irak y estableció posiciones 40 kilómetros al sur del límite internacional. El Gobierno turco definió la incursión como una maniobra de "duración limitada" esencial para destruir al PKK, que desde 1984 libra una cruenta lucha por la independencia kurda en el sureste de Turquía. Aunque la primera ministra Tansu Çiller contó con la aprobación tácita de EE UU e Irak, se ha visto enfrentada a crecientes críticas de Europa y de los países árabes.
El líder del PKK, Abdala Apo Ocalán, está cada vez mas preocupado por la posibilidad de que los kurdos del Irak, instigados por Turquía, unan sus fuerzas contra el PKK. "Consideraríamos esa actitud como una declaración de guerra", dijo Ocalán en una entrevista desde su escondite (probablemente en Líbano) con el semanario panárabe Al-Aswat. Fue una reacción ante una posible negociación con Turquía por parte del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), de Jalal Talabani, y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), de Masud Barzani, para crear "un sistema de seguridad" en el norte de Irak. En las últimas horas, el PDK y la UPK han suscrito un alto el fuego en el conflicto interno que enfrenta a ambas milicias iraquíes desde hace casi un año.
El responsable del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, José Ayala Lasso, ha pedido a Turquía que respete a la población civil kurda en el norte de Irak. El pasado miércoles murieron tres sanitarios de la Media Luna Roja turca y cinco kurdos iraquíes en un enfrentamiento ocurrido cuando 200 campesinos acudían al entierro de siete pastores, presuntamente torturados y asesinados por las tropas de Ankara.
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