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La policía detiene en Valencia al asesino de un chabolista de La Celsa

Antonio Motos García, de 26 años, mató por que su sangre gitana le pidió defender la honra de una mujer. El primer día del año le descerrajó un disparo en el corazón a Ricardo Fernández Montoya, de 17 años, vecino de chabola en La Celsa (Vallecas), porque pretendía a su sobrina. Inmediatamente, El Motitos abandonó el poblado. Tres meses después, ayer, la policía le detuvo en Mislata, un pequeño pueblo de Valencia donde se refugió de la ley gitana: el clan Montoya había jurado venganza.

"Sangre por sangre", declaró al día siguiente del homicidio el tío de la víctima. El pasado lunes, el presunto homicida fue detenido junto a su esposa en Mislata (Valencia). Estaba comprando, con su mujer y su hija, en un establecimiento de esa localidad.El crimen sobrevino entre la celebración de las campanadas. Tras las uvas, Antonio Motos salió de su chamizo y disparó tres veces al aire para saludar el nuevo año. El alcohol y la noche gitana agitaron su delirio. Luego entró en la chabola contigua, donde Ricardo Fernández Montoya festejaba el nuevo año con su niña de dos años y con su mujer embarazada de seis meses.

Antonio apuntó al corazón de Ricardo. Fue un tiro certero. Luego, la muerte y la huida sin mirar atrás. La víctima, vendedor ambulante, ingresé cadáver en el hospital Doce de Octubre. Al día siguiente, la policía descubrió que el crimen se desató por una mujer.

Choque de planesSegún las investigaciones, Ricardo Fernández Montoya, pretendía a la sobrina de su vecino de chabola. Los deseos de Ricardo chocaron con el clan de Los Motitos. Los familiares del vendedor asesinado esparcieron aires de. venganza por todos los poblados chabolistas. "Tarde o temprano tendremos que vengarlo. Pasarán tres cuatro años, pero esto no va quedar así", declaró Ricardo Montoya, tío de la víctima.

Para la policía, el caso no escondía ninguna sombra. Allí donde se encontrará un Motito podría estar el presunto homicida. El Juzgado de Instrucción de Madrid, encargado de las diligencias del caso, decretó la orden de busca y captura de Antonio Motos y su ingreso en prisión acusado de asesinato.

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A mediados de marzo, los funcionarios de la Brigada de Policía Judicial de Madrid averiguaron que el supuesto agresor se hallaba en Valencia. Los agentes descubrieron que la familia de Antonio residía en Mislata. Durante varios días la sección de Homicidios vigiló a diversos allegados del fugitivo. Antonio M. G. tiene tres antecedentes por tráfico de drogas y otro por tenencia ilícita de armas. Ayer fue puesto a disposición judicial. Se encuentra detenido en la prisión de Carabanchel.

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