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Sólo cuatro de 17 violadores entrevistados en un estudio regional reconocen haber cometido su delito

Diecisiete hombres encarcelados por violación fueron entrevistados por dos psicólogas vinculadas a la Asociación de Mujeres Violadas, subvencionada por el Gobierno regional, entre enero de 1993 y junio de 1994. Sólo cuatro de ellos reconocieron ser autores del delito por el que cumplen condena. Nueve continúan negando los hechos en su totalidad, y otros cuatro reconocen que hubo relación sexual, pero rechazan que ésta fuera forzada. El objetivo de este estudio es saber por qué los violadores actúan así y analizar sus posibilidades de rehabilitación.La presidenta de la Asociación de Mujeres Violadas, Tina Alarcón; la consejera de Integración Social, Elena Vázquez, y las dos psicólogas que elaboraron el informe, Soledad Galiana y Helena de Marianas, ayer, durante' su presentación, se mostraron contrarias a que los violadores cumplan íntegramente sus penas, informa Efe. Esa es la petición recién presentada al Congreso por familiares de personas violadas.

Todos los entrevistados, menos tres, cometieron el delito con menos de 30 años; el más joven, con 19, y el mayor, con 41. La mayoría cumplen condenas de más de 12 años. Uno lleva ya 13 años en presidio. Casi la mitad proceden de un nivel socioeconómico y cultural bajo.

Una de las conclusiones del estudio es que no existe un "violador tipo". Todos eran capaces de entender el alcance de sus actos y ninguno presenta desconexiones patológicas con la realidad, pero sí trastornos de personalidad. En su sexualidad y en su relación de pareja predomina la idea del dominio del hombre sobre la mujer. Las autoras del estudio ven dos vías para prevenir estas agresiones: la educación y la atención a los núcleos socialmente marginados.

En algunos de estos casos, la violación ha sido un mecanismo para "compensar" su baja autoestima; en otros, una forma de conducta antisocial y también de conseguir contactos sexuales con mujeres o menores.

F. J. A. C., de 34 años, es uno de los entrevistados. Cumple desde hace casi una década una condena de 54 años, que la legislación española reduce a un máximo de treinta, por dos delitos de violación, otros dos en grado de tentativa y dos de abuso sexual. Acepta todos los cargos que le imputan. Este hombre, que cometió las agresiones cuando tenía de 20 a 23 años y estaba casado y con dos hijos, es consciente del terror, el asco y la humillación que sufrieron sus víctimas. Le cuesta relatarlo.

La Asociación de Mujeres Violadas de Madrid atendió en 1994 a 713 personas. El pasado octubre, en las cárceles españolas había 1.284 hombres y 12 mujeres por delitos contra la libertad sexual, según Instituciones Penitenciarias.

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