El nuevo protocolo chino impide al Rey pronunciar discursos en público

ENVIADO ESPECIALDon Juan Carlos llegó ayer a Pekín y hoy iniciará formalmente su segunda visita de Estado a China -la primera, en 1978- acompañado por doña Soria y el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana. Esta vez no tomará la palabra en público ante sus anfitriones porque el nuevo protocolo chino ha suprimido de las cenas y los almuerzos de honor los discursos y los brindis para evitar así que sus huéspedes extranjeros les prodiguen velados consejos sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales. "Lo consideran una intromisión en sus asuntos internos", comenta un diplomático.

El Rey es precisamente el primer jefe de Estado europeo que se desplaza a China desde que hace dos meses la Unión Europea (UE) levantó la prohibición de que la visitasen. La sanción había sido adoptada por la cumbre europea de Madrid, en 1989, por la brutal represión de los estudiantes concentrados en la plaza de Tiananmen.

Solo el ministro de Sanidad, Chen Minzhan, y un viceministro de Exteriores, Yan Enzhou, acudieron a esperar en el aeropuerto a la pareja real. Hoy, en el salón principal del Gran Palacio del Pueblo, les dará la bienvenida el presidente, Jiang Zemin.

Don Juan Carlos sí tomará la palabra en público en una ocasión: mañana, en el comité bilateral hispano-chino, con mayoría de empresarios españoles.