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Bank of Tokio y Mitsubishi se fusionan y forman el primer banco del mundo

El Bank of Tokio y el Banco Mitsubishi anunciaron ayer su fusión, la más grande de la historia bancaria, para convertirse así en la primera entidad financie ra del mundo bajo el nombre de Bank of Tokio Mitsubishi. La unión de ambos bancos, efectiva a partir de abril de 1996 -inicio del año fiscal japonés-, creará una entidad con 72 billones de yenes (103 billones de pesetas al cambio actual) en activos, lo que equivale a 1,5 veces el producto interior bruto (PIB) español, y 52 billones de yenes (74,8 billones de pesetas) en depósitos.

Tsuneo Wakai y Tasuku Takagi, presidentes del Mitsubishi y del Bank of Tokio (BOT), respectivamente, se vieron obligados a convocar precipitadamente una rueda de prensa para confirmar la macrofusión, una vez que la noticia se filtró a los medios de comunicación. Aunque los rumores de dicha operación se venían escuchando desde hace varios años, la crisis económica y, sobre todo, la extraordinaria acumulación de deudas con que tuvieron que pechar las instituciones financieras al pincharse la burbuja económica en 1992, en especial en el sector inmobiliario, habían paralizado las negociaciones. Hasta que se formalice la fusión se negociarán los detalles que ayer no fueron revelados.Círculos financieros, sorprendidos por la rapidez y la forma en que se ha revelado la operación, calificaron la fusión de lógica, aunque precisaron que acaso se ha retrasado en exceso. Las mismas fuentes apuntaron que, si bien a primera vista la fusión parece beneficiosa para ambas partes, pues ambos bancos complementan sus actividades, las dimensiones gigantescas de la nueva entidad y las diferentes tradiciones financieras que arrastran podrían dificultar una transición armoniosa.

Según Takagi, el máximo dirigente del Bank of Tokio, "la desregularización financiera y la globalización de los mercados" han sido las razones fundamentales por las cuales ambas instituciones han llegado a un principio de acuerdo. Ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre quién había llevado la voz cantante -el Mitsubishi es mayor que el BOT-, recurrió a una metáfora amorosa y matizó "que los trámites de fusión se han llevado a cabo como los de una boda, se ponen las partes de acuerdo pero en ningún caso uno arrastra al otro de la mano".

"La mejor elección"

Para Wakai, del Mitsubishi, la fusión con el BOT "es la mejor elección", si bien también precisó que las conversaciones con las autoridades financieras todavía no han finalizado y faltan algunos detalles para completar la operación. La fusión permitirá a ambas entidades una sensible reducción de costes y una racionalización de su fuerza laboral en un momento en que la competencia nacional ha aumentado con la tímida liberalización de intereses. El Mitsubishi emplea a 15.943 personas y el BOT a 8.517.Al vislumbrarse los primeros indicios de salida de la recesión, la fusión del Mitsubishi y del Bank of Tokio representa también una medida, alentada por instituciones gubernamentales, para contrarrestar la creciente competencia de la banca extranjera en el mercado nacional y tomar ventaja desde el principio ante otras futuras liberalizaciones del mercado bancario, afirmaron algunos analistas extranjeros.

Fuentes japonesas señalaron que un banco nipón ocupe el puesto número uno del mundo es un reflejo evidente del poderío económico mundial del país. Los seis primeros puestos de la calificación mundial los ocupan bancos nipones.

El Bank of Tokio está especializado en transacciones exteriores y actividades relativas al cambio de divisas. Mantiene una extensa red de sucursales en numerosos países del mundo, incluido España, que superan la centena. Dentro del archipiélago, su operatividad es relativamente reducida con una treintena de puntos de servicio. Actualmente ocupa el puesto décimo en el ranking de los bancos nipones. Entre marzo y septiembre de 1994, el primer semestre del pasado ejercicio, el BOT obtuvo unos beneficios de 92.800 millones de yenes (con un aumento del 3,7%).

El Mitsubishi Bank es el núcleo y respaldo financiero del conglomerado Mitsubishi, con intereses que abarcan aeronaútica, inmobiliaria, distribuidoras, automóviles, alimentación, minería y un largo etcétera de firmas asociadas con múltiples intercambios de accionariado. Entre marzo y septiembre de 1994 ganó 130.200 millones de yenes (un 6,5% menos que en igual periodo del año anterior).

Mitsubishi es un ejemplo clásico de keiretsu, el sistema económico nipón de intereses entrelazados entre decenas de compañías de sectores diferentes: un holding a la japonesa. Todas las empresas están participadas entre sí, pero no existe una cabeza visible que controle, en sentido estricto, la organización. Al contrario del BOT, sus sucursales en el extranjero no superan las cuarenta, si bien en Japón poseen 165 puntos de servicio. Actualmente, ocupa el sexto puesto de la clasificación entre los bancos del archipiélago. Esta complementariedad de servicios parece haber sido, a juicio de los expertos, uno de los acicates para desatascar seis años de negociaciones. El nuevo banco deja lejos del primer puesto del ranking mundial al también japonés Sumitomo (véase cuadro).

La noticia ofreció un respiro al alicaído índice Nikkei de la Bolsa de Tokio, que cerró con una notable subida de 585 puntos (3,64%).

En España, Bank of Tokio tiene una sucursal y dos oficinas (Madrid y Barcelona). Sus activos ascienden a 177.000 millones de pesetas y el año pasado obtuvo un resultado bruto de 673 millones. Sus principales clientes son multinacionales y empresas japonesas. Cuenta con 60 empleados. El Mitsubishi tiene sucursal en Madrid, emplea a 18 personas y sus activos son de 100.000 millones.

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