Aznar apela a la concordia y a la moderación tras decir que el Gobierno "se lleva el dinero"

José María Aznar empezó predicando concordia, moderación, prudencia y sensatez y acabó acusando al Gobierno de corrupto, de incumplir la ley y de llevarse el dinero. El líder del PP se presentó ayer ante un auditorio le cerca de un millar de mujeres con un mensaje desolador: "España es un país sin rumbo sin pulso", pero inmediatamente supo insuflar a sus seguidoras una alta dosis de esperanza. Con un nuevo programa electoral bajo el brazo, que ya ha recibido la crítica socialista de "poco original" el candidato a gobernar aventuró que la crisis tiene solución. "La esperanza está en el PP", enfatizó.

El Congreso de Mujeres para la Democracia, con la diputada Teófila Martínez al frente, sirvió de escenario a Aznar para ratificar que, como pocas horas antes había avanzado en un diario, los populares ya tienen programa de Gobierno. "Vamos a poner a España a trabajar; no permitiremos que nadie se escaquee, aquí todo el mundo tiene que arrimar el hombro. Recuperaremos la ética y la moral, reduciremos el Gobierno y la Administración... ".En revelaciones a El Mundo, Aznar acababa de descubrir sus nuevos planes -con pocas innovaciones. respecto a anteriores manifiestos del PP- para cuan do consiga la presidencia del Gobierno si por fin logra vencer a Felipe González. Su Gabinete tendría 14 ministerios, frente a los 15 actuales, aunque en su proyecto está volver a segregar Justicia e Interior; suprimiría 5.000 altos cargos; ningún mi nistro podría tener más de cinco asesores; intentaría, reducir a seis meses la duración de la mili; los subsecretarios y directores generales serían funciona rios de carrera; al fiscal general lo elegiría él, pero entre los fiscales; sólo una mayoría de dos tercios podría rechazar la creación de una comisión de investigación "para algunos temas importantes"... Y renunciaría a vivir en La Moncloa, "porque encerrarse allí es un gravísimo error".

Rodeado de mujeres, el líder del partido mayoritario de la oposición quiso ayer golpear doble. Replicó de inmediato al Comité Federal del PSOE, que se había reunido la víspera, y le mostró los dientes a Felipe González con un programa de gobierno para acallar de una vez sus críticas de que los populares carecen de proyecto. "Nada les gustaría más [a los socialistas] que vernos radicafizados, enfurecidos, vociferantes, exasperados. Pues nos van a ver todo lo contrario: tranquilos, moderados, sensatos, prudentes, reflexivos, tendiendo la mano a la concordia, intentando superar las dificultades y llamando a la unidad de todos", proclamó en lo que parecía un mensaje para apaciguar la crispación política.

Pero enseguida vertió un cúmulo de reproches, algunos (te duro contenido. "Todo tiene un límite", espetó para prometer a continuación "un nuevo rumbo" frente a la política "rancia, corrupta y alicorta" del Gobierno de González, cuyo plazo en el poder considera agotado. En su opinión, el PSOE se agarra a "la vieja política de siempre, a los engaños y las manipulaciones de siempre. Es la política del sólo resistir y de que aquí da todo igual".

Con las baterías a plena carga, Aznar siguió acusando: ¿Para qué quiere González cumplir 25 años en el poder?, ¿para tener un 50% de paro, en lugar del 25% actual? "Llevarse las cosas tiene un límite", dijo más adelante, y abogó por "cumplir la ley, ser honrado, no llevarse el dinero y no abusar del contribuyente". La guerra sucia contra ETA no faltó en su discurso. Aunque dijo que no piensa usar ningún caso, por duro que sea, para desgartar al Gobierno [se refería al caso Lasa y Zabala], proclamó: "Nos horroriza que se emplee la tortura". Aznar quiere que González explique en el Parlamento todo lo relacionado con los dos refugiados vascos.