Por fin, Liga la española
El Real Madrid tiene en su agenda una cita importante para Semana Santa: la disputa de la final four. Pero hace escasos días no estaba del todo seguro sobre su participación en la lucha por el título de Liga. Estudiantes y Joventut viven en plena tensión estos días (pueden quedarse fuera), como más de la mitad de la Liga ACB. Faltan tres jornadas para que acabe la denominada Liga regular y muy pocos están demasiado seguros del futuro inmediato que les espera. ¿La Liga regular? ¿Pero no habíamos quedado en que tenía relativa importancia, que luego estaban en los play offs todos los que tenían que estar?Pues, no.
No, porque el formato de Liga ACB ha vuelto a cambiar por enésima vez. Este año es diferente... este año la cosa tiene mayor sentido, aunque los espectadores no se hayan dado cuenta hasta ahora.
El secreto es muy simple. La ACB ha dejado atrás esa maldita costumbre por importar fórmulas ajenas, desde un sistema a la italiana en el que coincidían un par de grupos, un par de fases y un par de líderes para que luego todo quedara según los pronósticos, hasta un intento de americanización según el cual había una clasificación única pero no jugaban todos contra todos a doble vuelta, un procedimiento que no se entiende muy bien por estos barrios. La ACB, después de darse cuenta de que ningún ciudadano español era capaz de explicar cómo funcionaba la Liga de baloncesto, optó por españolizar la competición sin renunciar a unos play offs como cierre. Y así se llegó a lo que es el formato actual: Liga a doble vuelta, los ocho primeros se clasifican para los play offs, los cuatro últimos a evitar el descenso y diez... compuestos y sin novia. Es decir, drama en la primera fase y drama en la segunda. Drama por arriba, por abajo y en medio. Es lo que demanda el aficionado español.
Once años se han empleado en llegar a tan simple conclusión: en España funciona la Liga a doble vuelta y el drama. A la gente le gusta leer la clasificación y entender al primer vistazo qué es lo que está sucediendo. Ni más ni menos que a imagen y semejanza del fútbol.
