Borrell plantea añadir un carril a la N-III en el 'punto negro' de Contreras

El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que, en tanto se resuelven los problemas de cierre de la autovía Madrid-Valencia a su paso por el río Cabriel, el ministerio llevará a cabo las reformas necesarias para mejorar al máximo el trazado de la carretera en el punto negro de Contreras, uno de los cuellos de botella de la vía.Borrell aseguró que se está estudiando ensanchar ese tramo a tres carriles, uno de los cuales sería reversible para así funcionar en el sentido que se precise por la intensidad del tráfico. El pasado lunes, cuando miles de madrileños regresaban a la ciudad por la N-III tras asistir a la fiesta de las Fallas, se produjeron retenciones de hasta 33 kilómetros en los puntos donde la carretera aún no está desdoblada.

El plan de Borrell se plantea como medida provisional hasta que se desbloquee el nuevo trazado de la autovía -paralizado por un recurso contencioso-administrativo de la Junta de Castilla-La Mancha-.

El ministro advirtió que, aún suponiendo que mañana mismo pudiesen recomenzar las obras de la nueva calzada, de acuerdo con la solución última que propuso el ministerio, éstas tardarían tres años en estar acabadas. El ministro advirtió también que ese plazo se ampliará tanto como tarde en producirse la decisión judicial, y que, mientras tanto, el ministerio no emprenderá la ejecución de las obras para evitar una decisión contraria de los tribunales.

Borrell también se extendió en explicar a la comisión de infraestructuras del Congreso que si la decisión de la Audiencia Nacional fuese favorable a las tesis que mantienen los recursos, sería necesario recomenzar el proceso y, en el supuesto más optimista, el tramo controvertido tardaría entre seis y siete años.

José Ramón Pascual, diputado del PP, formuló una dura crítica política al ministro por los retrasos y por la descoordinación entre el ministerio y las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y de Valencia, que, recordó, están dirigidas por socialistas.