Con ilusión de futuro

La sucesión de Nicolás Redondo no era una tarea fácil ni baladí en el seno de la Unión General de Trabajadores. Era fundamental que esta situación, se hiciera sustentada en la mayoría natural de la organización, la única fórmula capaz de hacer esta sucesión sin las disfunciones que implica la retirada de un líder, carismático. Sin embargo, se optó por la fórmula del aparato en la elección del equipo de dirección, y no se tuvo en cuenta un elemento básico: la discusión que se generó en las ponencias del 360 Congreso. Ahí se configuró una mayoría natural que apostó decididamente por un modelo organizativo y sindical, que debía ponerse en practica con firmeza para lograr hacer de la Unión General de Trabajadores una organización moderna, tolerante, ágil en su respuesta y eficaz en su gestión.Para llevar adelante este proyecto sindical, del que me siento partícipe y corresponsable,, la Comisión Ejecutiva Confederal debía haber aplicado una estrategia sindical adecuada a la situación social y económica, y haber puesto en marcha un programa de trabajo que desarrollara las resoluciones aprobadas. Por contra, este desarrollo ha sido tímido en unas ocasiones, o ha brillado por su ausencia, en otras. Las resoluciones del 360 Congreso son inamovibles e indiscutibles, al menos para quienes con nuestro trabajo y nuestro esfuerzo conseguimos que se aprobaran. Ahora se trata de poner música a la partitura congresual, y nadie mejor para interpretarla que los que apoyamos este modelo sindical y organizativo,. Ha pasado el tiempo de tocarla de oído, porque la UGT no puede permitírselo.

Se ha creado una situación muy compleja en la UGT, y para darle ilusión de futuro hemos de ser valientes.. Las discusiones personales no tienen cabida en nuestra organización, y no deben tener crédito, por carecer de sentido, descalificaciones o argumentaciones que parecen basadas en libros de novela negra, calificativos como disidentes, conspiración o tantos otros que han empañado los primeros días del proceso congresual. El debate debe centrarse en el terreno de las ideas y en la exposición de nuestros criterios sobre la mejor forma de desarrollar las resoluciones, de retomar la iniciativa sindical, de recuperar el prestigio social y de afianzar el hecho sindical.

Por estos motivos, hemos elaborado un documento destinado, a enriquecer el debate interno que trata de fijar las prioridades" sindicales y organizativas de la Comisión Ejecutiva que salga elegida en el próximo congreso confederal. En la UGT es el momento de discutir de trabajo y olvidar veleidades que no. interesan ni al conjunto de los afiliados ni de los trabajadores. Estos diez puntos son la columna vertebral de lo que debe ser. la actuación. de la Comisión Ejecutiva Confederal en el futuro más inmediato.

Colaboración entre estructuras UGT es un sindicato de clase: que defiende los intereses de los trabajadores dentro y fuera de: la empresa, tanto activos como pasivos, a los que tienen empleo y a los desempleados. Consecuentemente, la UGT se dota de una estructura de federaciones que son responsables de la respuesta sindical en la empresa y en el sector, y de una estructura de uniones de comunidad autónoma, que son responsables de la defensa de los trabajadores, mediante criterios de solidaridad en el ámbito. intersectorial y social. El 360 Congreso clarificó las competencias de las dos estructuras, y la Comisión Ejecutiva debe hacer confluir los esfuerzos de ambas, superando definitivamente la dialéctica de las competencias e implantar criterios de trabajo basados en la colaboración solidaria y positiva.

Autonomía sindical

Los trabajadores componen una realidad plural y el sindicato debe ser reflejo de esa pluralidad para recoger sus diferentes sensibilidades, con el objetivo de ser un sindicato de masas que realice una política sindical pegada al terreno e implantada en las empresas. La pluralidad de ideas es fundamental para conseguir una verdadera fortaleza sindical y organizativa. El sindicato debe actuar en función de los criterios de sus afiliados, por lo que la autonomía sindical es un valor al que no queremos renunciar.

Tolerancia y participación

Un sindicato moderno no debe ser excluyente, sino todo lo contrario. UGT debe fomentar una mayor participación de los trabajadores en la vida cotidiana del sindicato, y en la definición de la estrategia sindical, a través de la estructura profesional, porque no es papel del sindicato organizar a los trabajadores políticamente. Y esto sólo lo podemos hacer en base al respeto a las ideas y con tolerancia hacia la discrepancia. No podemos seguir confundiendo unidad con uniformidad y autoridad con autoritarismo.

Plan de viabilidad

Hemos de configurar un sindicato austero y ajustado a sus posibilidades. De esta forma podremos invertir en acción sindical, aumentar nuestra afiliación y recuperar el prestigio social. La nueva Comisión Ejecutica debe poner en marcha un plan de viabilidad para alcanzar estos objetivos, y debe redefinir el proyecto de política de servicios, con la participación y corresponsabilización de todos los organismos.

Capacidad de respuesta

UGT debe ser un sindicato con capacidad de respuesta e inciativa sindical, para defender los intereses de los trabajadores ante Gobiernos y patronales. La negociación y el diálogo son consustanciales a un sindicato de orientación socialdemócrata, pero los traba adores necesitan soluciones. El sindicato debe negociar siempre para lograr una rentabilidad social y sindical. Una negociación que no tenga una repercusión directa en las condiciones de trabajo o de vida no debe ser aceptada ni practicada.

Acción sindical solidaria

La diversidad del Estado y de los sectores productivos hacen necesaria una articulación de la acción sindical regida por un marco único de relaciones laborales. En la negociación colectiva, los convenios marco estatales fijarán las normas mínimas comunes y las materias que se negociarán en otros ámbitos, y en la negociación institucional hemos de diseñar un plan de trabajo común apto para plantear políticas horizontales a todos los Gobiernos en aquellas materias que interesan a los trabajadores, desde Andalucía a Cataluña pasando por Madrid o Euskadi.

Unidad de acción

La unidad de acción no implica la renuncia a la identidad ni a la estrategia sindical de la UGT, sino que es un compromiso de las organizaciones sindicales para beneficiar a los trabajadores, mejorando las condiciones laborales y sociales. Sin embargo, la unidad debe hacerse e abajo a arriba y en base a debatir y llegar a coincidencias en las plataformas de negociación y en las estrategias de. actuación.

Recuperar el liderazgo

Hemos de recuperar el liderazgo de la UGT en el movimiento sindical, llevando, nuestro modelo de, sindicato a todos los centros de trabajo, tanto de la gran empresa como de la pequeña, y dando respuestas que hagan posible que los trabajadores se sientan identificados con el sindicato como valedor de sus intereses.

Recuperar el liderazgo motivará a nuestros afiliados e inspirará confianza a los trabajadores. Y como primer paso, la Comisión Ejecutiva debe. realizar un esfuerzo solidario que coordine y apoye la actuación de las diferentes estructuras en, las actuales elecciones sindicales para que a finales de 1995 seamos de nuevo la primera fuerza sindical.

Dirección fuerte y cohesionada. La nueva ejecutiva debe confeccionarse con voluntad de integración, y en ningún caso producto de, un reparto de poder, y con un talante basado en el diálogo, el consenso y la tolerancia. El consenso se alcanza, a mi juicio, con un equipo de dirección cohesionado y de amplia base. El sindicato no se consolida con la mera elección de la dirección, sino porque su programa de trabajo responde a los intereses de los trabajadores y porque su acción sindical tiene una rentabilidad sindical y social en el día al día.

Sindicalizar el sindicato

Aunque parezca una redundancia, sindicalizar no es más que hacer un sindicalismo más cercano a los trabajadores, más participativo, autónomo en sus decisiones, eficaz en sus respuestas y capaz de llegar a todos los trabajadores. Hemos de potenciar el hecho sindical para que los trabajadores se sientan partícipes en el sindicato.

Una vez leído este artículo se pueden sacar conclusiones favorables o desfavorables, pero siempre en el campo de las ideas. Los afiliados a UGT necesitan una ilusión de futuro y sólo en este campo podremos encontrarla y conseguir, de esta forma, que en el Congreso Extraordinario gane el modelo sindical de la Unión General de Trabajadores, partiendo de una confianza sin límites en los hombres y mujeres que conforman el sindicato.