La oposición, horrorizada, pide explicaciones al Gobierno por la muerte de los dos etarras

La indignación y el horror recorrieron ayer los pasillos del Congreso de los Diputados al conocerse las circunstancias en que se produjo la muerte de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. El PNV e IU pidieron la dimisión como diputado de José Barrionuevo, ministro del Interior en aquella época. Jesús Caldera, secretario general del Grupo Socialista, rechazó esta posibilidad, y mostró el apoyo de su grupo a Barrionuevo. Cipriá Ciscar, secretario de organización del PSOE, mostró su repugnancia por los hechos y se remitió a los jueces, que "son quienes determinarán los culpables y sus penas

Cipriá Ciscar dijo, ayer que los socialistas son "enemigos de los torturadores y de los asesinos". "La única salida para no convertimos en cómplices es respetar los principios del derecho que ponen en manos de los jueces y no de los medios de comunicación la determinación de los culpables y las penas", añadió. Ciscar expresó su repugnancia como ser humano por los asesinatos.Los grupos parlamentarios Popular y de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya quieren que el Gobierno comparezca e inmediato en el Parlament explicar todo lo relaciona la identificación de los cadáveres de los presuntos etarras. El PNV no tomará ninguna iniciativa parlamentaria ya que, en opinión de su portavoz, Iñaki Anasagasti, "este caso no se resuelve con una votación".

Loyola de Palacio, portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso , dijo que el Gobierno debe acudir "de inmediato y a petición propia sin que nosotros tengamos que pedírselo". De Palacio calificó como "asesinatos repugnantes" los de los dos etarras y dijo que su grupo está firmemente comprometido con el Estado de Derecho y desea que lo ocurrido se esclarezca en su totalidad.

Rosa Aguilar, portavoz de Izquierda Unida, advirtió que si el Gobierno no comparece por su propia iniciativa, su grupo exigirá que el ministro de Justicia e Interior explique en la Cámara todo lo relacionado con este asunto. Aguilar aprovechó para criticar al ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que según ella en su última comparecencia sobre los GAL "no respondió a las preguntas, ocultó datos y se dedicó a insultar. Para eso es mejor que no venga". La portavoz de IU pidió, una vez más, la dimisión del ex ministro del Interior en aquella época, José Barrionuevo.

lñaki Anasagasti, portavoz del Grupo Parlamentario del PNV en el Congreso, expIicó que el caso GAL es "una escalera que se está recorriendo peldaño a peldaño" y de la que los acontecimientos que ahora se han conocido "no son más que otro peldaño gravísimo porque ahora ya hay nombres y apellidos".

Anasagasti volvió a repetir la petición de su grupo en el sentido de que Barrionuevo debe abandonar su escaño de diputado, aunque, advirtió que el ex ministro actúa "como quien oye llover". Sabemos que tiene la piel de un paquidermo y no va a dimitir por eso".

Desde el Grupo Socialista, el secretario general, Jesús Caldera, replicó las peticiones de dimisión de Barrionuevo con una negativa y descartó esta posibilidad porque, dijo que Barrionuevo "desempeñó sus funciones con lealtad dentro del marco de la ley". Caldera subrayó, frente a la petición del Grupo Popular para que el Gobierno comparezca de inmediato que, durante la reunión de la Junta de Portavoces celebrada ayer, los representantes del PP no formularon ninguna petición en este sentido.

HB pidió ayer la dimisión del Gobierno por su relación con los GAL y exigió la depuración de las responsabilidades penales de los aparatos policiales y del Estado en la guerra sucia contra ETA y -la izquierda abertzale, informa Aitor Guenaga. El dirigente abertzale Jon Idígoras comparó a González y su Gobierno con el general y dictador argentino Videla.

Los responsables de la coalición independentista Karmelo Landa, Jon Idígoras y Tasio Erkizia comparecieron ayer de manera urgente ante los medios de comunicación tras conocerse el hallazgo e identificación oficial de los cuerpos de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, asesinados de sendos tiros en la cabeza tras ser torturados salvajemente. Ambas personas eran desde 1983 los primeros desaparecidos de la democracia española.