Soplan vientos de reforma
., La Segunda Divisón se ha convertido en una categoría maldita por sus resultados deportivos y sobre todo económicos. Los dirigentes de la Liga Profesional llevan intentando varios años solucionar su maldición. Necesitan la colaboración federativa y unos por otros -Liga y Federación- la solución no llega. La Liga ha elaborado más de un borrador. El proyecto más viable recuperaba la fórmula que imperó hasta hace una decena de temporadas: una Segunda División con dos grupos -norte y sur- con 20 equipos cada uno.
La fórmula, según sus defensores, eliminaría largas distancias en los viajes y aumentaría la competividad. La primera consecuencia se notaría en las arcas de los clubes pues reducirían los gastos de transporte. La mayor competividad sería fruto de la proximidad geográfica y, además, repercutiría en las recaudaciones.
La aprobación de esta fórmula llevaba consigo la reducción de la Primera División. El problema entonces se presenta insalvable: contados son los clubes de la máxima categoría en apoyar un aumento de sus posibilidades de caer en el pozo de la Segunda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.