El administrador y la novia de Roldán cobraron comísiones por obras para la Guardia Civil
El administrador de Luis Roldán, Jorge Esparza, y la novia del primero, Elisa Rodríguez, cobraron comisiones de constructoras por la adjudiciación de obras para la Guardia Civil, según han declarado a la juez dos de los imputados. Carlos Suazo, de Sierra Comendador, dijo haber pagado a Esparza un total de 106 millones de pesetas como intermediario de la firma Banto, que le asesoraba para presentar sus ofertas a la Guardia Civil. Agustín Blázquez, socio de Elisa Rodríguez, reconoció haber cobrado al menos 7,4 míllones de la constructora Aspica, por presentarla a Roldán.
Suazo declaró el pasado martes ante la juez Ana Ferrer que ha pagado a Esparza, administrador del patrimonio de Roldán, un 2% del importe de las- obras adjudicadas a su empresa por la Guardia Civil. Según Suazo, Esparza hacía de intermediario de la firma Banto, con sede en Barcelona, que supuestamente elaboraba informes para Sierra Comendador asesorándole sobre la forma más adecuada de presentar sus ofertas ante la dirección general. Esparza calificó ayer de "absolutamente falsa" esta imputación y dijo desconocer a la empresa Banto.Por su parte, Agustín Blázquez López, socio en la empresa de ordenadores Kiwi Computers de la que entonces era novia de Roldán, Elisa Rodríguez, reconoció en el juzgado, el pasado 24 de febrero, que en junio de 1988 cobró un mínimo de 7,4 millones de pesetas de la constructora Aspica, a cambio de- presentarla ante el director general de la Guardia Civil."A partes iguales" *
Según Blázquez, el dinero se repartía "a partes iguales" entre él y Elisa, a la que ingresó 1,6 millones en una cuenta abierta a nombre de ella y del propio Roldán en el BBV. Estos dos testimonios son los primeros que ha obtenido la juez para acreditar el pago de comisiones por la adjudiciación de obras de la Guardia Civil. Los autores de ambas declaraciones han sido imputados por los delitos de cohecho y tráfico de. influencias.
Carlos Suazo negó el pago de comisiones ilegales a Roldán, pero aseguró haber entregado a Esparza, administrador de Europe Capital y director comercial de la constructora Huarte, un total de 106 millones de pesetas, en talones y en efectivo, para una firma de Barcelona que le prestaba asesoramiento sobre los proyectos a presentar a la Guardia Civil.
El ex consejero de Sierra Comendador, que se adjudicó obras por valor de 1.541. millones de pesetas durante el mandato de Roldán, dijo que fue Esparza quien le recomendó a Banto y actuó como intermediario de la misma. Los asesores percibían el 1% del importe del contrato por cada estudio efectuado y el 2% si Sierra Comendador resultaba adjudicataria. Además del propio Esparza, Suazo no aportó la identidad de ninguna persona relacionada con Banto.La declaración de Suazo contradice la que él mismo realizó ante la juez en abril pasado, cuando negó el pago de cualquier comisión, así como las de los demás directivos de su empresa. Sólo un trabajador de Sierra Comendador, Elías Herranz, declaró haber entregado tres talones por valor de 2,00 millones a Esparza.
Por su parte, Agustín Blázquez, protagonista del escandaloso reportaje fotográfico publicado en su día por la revista Interviú, en el que aparecían Roldán y Elisa Rodrígúez en tina fiesta íntima, admitió ante la juez haber cobrado, en junio (le 1988, un total de 7,4 millones de pesetas de la constructóra Aspica, en concepto de "gestión comercial". Dicha gestión consistía en "que preguntaba si [Aspica] se podía presentar" a la adjudicación de una obra de la Guardia Civil "y le contestaban que se presentase". "Que esta contestación" agregó, "provenía del señor Roldán, sí era con él con quien hablaba".
Blázquez explicó que "el dinero inicial era repartido entre Elisa Rodríguez y el declarante, a partes iguales. Dicha entrega se efectuó en una cuenta abierta a nombre de ella y de Luis Roldán". Un mes después, recibió una nueva suma de 2,1 millones procedente de Aspica, "imaginando", dice, "que también daría la mitad de esta cantidad a Elisa Rodríguez".
Cuando se le preguntó si estas cantidades correspondían a algún porcentaje sobre los contratos, afirmó "que no recuerda" e interrogado "sobre si su pago dependía de unos resultados, dice que imagina que sí". Durante el mandato de Roldán, Aspica se adjudicó obras de la Guardia Civil por un total de 1.460 millones.
El parado que cobró más de 50 millones sin saberlo
M. G. José Carlos Azabal, cerrajero y albañil en paro, de 32 años, residente en Alcobendas (Madrid), se llevó una sorpresa mayúscula cuando la fiscal del caso Roldán le mostró media docena de cheques, supuestamente cobrados por él, por un total de más de 50 millones de pesetas., Los datos del DNI eran suyos, admitió, pero la firma ni se le parecía. En la misma tesitura se encontró Francisco Fernández-Pacheco, de 38 años, tesorero de una empresa de soldaduras, también en Alcobendas, que con un sueldo anual bruto de tres millones de pesetas había presuntamente cobrado talones por más de 100 millones entre 1990 y 1991. A Roldán sólo le conocía "de la televisión!" y como explicación a tan insólito hecho sólo se le ocurrió recordar que su hijo de 11 años, perdió varias fotocopias de su DNI 6'cuando, iba a alquilar películas de vídeo". Por fortuna para los dos incrédulos millonarios, la Comisaría General de Policía Científica estableció, sin ningún género de dudas, que las firmas de los cheques no habían sido realizadas por ellos. El pasado 27 de febrero, un día antes de la repatriación de Roldán, la juez imputó un delito de falsedad en documento mercantil a Juan Prieto Pardina, ex director de varias agencias del BBV en Madrid y, especialmente, de la ubicada en la calle Cea Bermúdez, donde tenían sus cuentas el ex jefe de la Guardia Civil y su sociedad patrimonial, Europe Capital.
María de los Ángeles Carmona, empleada de la citada oficina del BBV. desde hace 25 años, declaró a la juez que "todas las operaciones [bancarias] del señor Roldán salían del despacho del dírector" y que, aunque "lo normal es que todo pase por compensación, en algunas ocasiones se compraban cheques para evitar constancia de la operación". Por lo que ella recordaba, agregó la empleada, esta mecánica no se hacía con ningún otro cliente, salvo Roldán.El propio director de la entidad, Prieto Pardina, socio de Roldán y de Esparza en los chalets de Rota, declaró que, "si el cliente era conocido y con garantías de solvencía", no se le obligaba a firmar cuando cobraba un talón al portador y ni siquiera se identificaba a la persona que venía de su parte, después de una mera llamada telefónica, para recoger varios millones de pesetas en efectivo.
También era habitual cambiar talones al portador de un banco por los de otro, sta que quedara constancia de quién había realizado el trueque,. Al menos, hasta que la nueva ley del cheque, en junio de 1991, acabó con esta opaca práctica.
La juez ha reconstruido minuciosamente el trasiego interminable de decenas de talones a través de múltiples bancos, oficinas y cuentas personales o de sociedades pantalla, a veces sin la colaboración e incluso con la resistencia de determinadas entidades financieras. Pese a ello, ha conseguido ya, en algún caso, documentar el trasvase de dinero desde los fondos reservados o empresas constructoras hasta las cuentas personales de Luis Roldán.
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