La caída del dólar arrastra de nuevo a la peseta, que se sitúa a 92,12 frente al marco

El dólar volvió a demostrar ayer a los mercados que aún está en baja forma. Bastó conocer un dato de inventarios de empresas en Estados Unidos, peor al previsto, para que el billete verde se depreciara otra vez y arrastrara a las monedas europeas, excepto al marco, que volvió a mostrar su fortaleza. La peseta -al cierre de los mercados europeos- perdió 1,27 unidades con el marco y cerró a 92,12. El dólar cerró en Europa a 1,3185 marcos y 89,50 yenes. Las tensiones en las divisas se reflejaron en las bolsas, que cayeron, y en la deuda. En España, el Tesoro elevó el tipo de las letras a seis meses y medio punto.

La jornada de ayer recordó a los inversores que los mercados viven aún inmersos en una fuerte inestabilidad. La tranquilidad con que empezó la jornada, con una ligerísima depreciación con respecto al marco de la peseta, el franco y, en mayor medida la lira por problemas internos italianos, acabó en agua de borrajas. Las noticias de Estados, Unidos vol vieron a sacudir los mercados. Esta vez fueron dos datos los que provocaron la caída del billete verde. Primero, la subida de un 0,3% en los precios al por mayor en febrero lo que supone tener la inflación controlada y, por lo tanto, aleja las posibilidades de que la Reserva Federal suba los tipos. Y, más tarde, el dato de inventarios de empresas correspondiente a enero, peor de lo esperado, y que fue lo que precipitó en definitiva la caída del dólar. Al cierre de los mercados europeos (18.00 horas de Madrid), la divisa estadounidense cotizaba a 1,3885 con el marco (1,4160 el martes), y 85,5 yenes (91,60 la víspera). Con la peseta el dólar cerró a 127,65 frente a las 128,60 del día anterior. Como viene siendo habitual, la debilidad del dólar afectó al conjunto de las divisas europeas en su cotización frente al marco. El franco cerró a 3,5591 (3,5375 el martes), la libra esterlina lo hizo a 2,22 marcos y la lira se situó a 1.211,69 unidades por marco. La peseta cayó desde las 90,85 del cierre del martes a las 92,12 unidades por marco del cierre de ayer.

La deuda, contagiada del mercado de divisas, no pudo mantener la ligera recuperación de precios registrada por la mañana, cuando la estabilidad era mayor en todos los mercados. La deuda a 10 años terminó con una rentabilidad del 12,37% y el diferencial de tipos con Alemania se situó en 5,08 puntos. El Tesoro subió 0,56 puntos la rentabilidad de las letras a seis meses, fijándola en el 9,55% en una subasta en la que adjudicó 182.437. millones de pesetas frente a unas peticiones de 352.362 millones, una cantidad "modesta", según la calificó el director general del Tesoro, Manuel Conthe, "pero no desdeñable". Conthe justificó la subida en la acomodación de estos títulos a la subida de medio punto del tipo de intervención del Banco de España. Añadió que la cuenta que el Tesoro mantiene en el Banco de España terminó el mes de febrero con un saldo líquido de 2,5 billones de pesetas frente a los 1,8 billones con que comenzó el año, lo que coloca al Tesoro en una situación "relativamente cómoda" para afrontar el mes de marzo que, estacionalmente, suele ser malo para el déficit público.

Desplome de la lira

La cotización de la lira italiana se hundió ayer superando la barrera de las 1.220 unidades por marco. Este desplome se debió no sólo a la debilidad del dólar, sino sobre todo a las dudas sobre las exiguas posibilidades del Gobierno de Lamberto Dini de ganar la confianza en la Cámara de Diputados sobre el ajuste presupuestario.Las bolsas europeas también dieron marcha atrás ante el incremento de las tensiones en los mercados de divisas, con la excepción de Francfort, que ganó un 0,48%, informa Rafael Vidal. Madrid descendió el 0,98% y situó su índice en el 267,65%. Londres pasó de subir 19 puntos a una pérdida de 3,6, el 0, 12%, mientras que París terminó bajando 30 puntos, un 1,72%, después de comenzar la sesión con una subida de seis puntos. Wall Street bajó 10,38 puntos al cierre, tras una sesión llena de altibajos. Las caídas en los mercados de valores, deuda y divisas están provocando la subida del precio del oro, que ayer alcanzó ayer su nivel más alto en los últimos cuatro meses al cotizar a 386,60 dólares la onza.