El Gobierno firma la paz con el PNV y se compromete a tratarlo como a CiU

El Gobierno y el PNV han hecho las paces en el Parlamento. Los nacionalistas vascos han conseguido que el Gobierno se comprometa a darles un trato similar al que recibe Convergència i Unió (CIU), esto es, la consulta previa de la actuación parlamentaria del Ejecutivo. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, lo ha acordado en sendos encuentros que ha mantenido con el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Joaquín Almunia, y el el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante los últimos días.

El plante de Anasagasti, con su abstención en la votación de las resoluciones del debate sobre el estado de la nación de los días 8 y 9 de febrero, ha surtido efecto. Los socialistas se han hecho eco de su protesta, necesitados como están en reforzar el bloque nacionalista de apoyo al Gobierno.El pacto parlamentario con el PNV era el último resorte que les quedaba por resolver a los socialistas después de haber recuperado la relación con los nacionalistas vascos a escala partidista e institucional. El encuentro, hace quince días, entre el vicepresidente Narcís Serra y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y el del presidente del Gobierno, Felipe González, con el lehendakari Ardanza, una semana después, echó las bases para el restablecimiento de las relaciones.

El primer experimento de las relaciones reanudadas se manifestó el pasado jueves en el pleno del Congreso. Los nacionalistas vascos se unieron a los socialistas y a los nacionalistas catalanes en su oposición a reabrir la comisión de investigaci4n del caso Roldán. El portavoz del PNV, Juan José González de Txabarri, no sólo votó en contra sino que actuó contundentemente contra el PP e Izquierda Unida (IU).

Esta actitud contrasta con la que hace tan sólo 15 días mantuvo el PNV en el Parlamento. En

aquella. ocasión, votaron con el PP e IU, la constitución de una comisión de investigación de los fondos reservados y los GAL. Los nacionalistas vascos también han comenzado a experimentar en la práctica la mejoría de relaciones con los socialistas. El Grupo Parlamentario Vasco ha notado, a lo largo de la última semana, una mayor receptividad en el Gobierno a sus demandas sobre el polémico proyecto de Ley de Televisiones por Cable, Propiciado por el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell.

Piedra de toque

Pero la piedra de toque definitiva de las relaciones entre el Gobierno y el PNV se va a ser, a medio plazo, las negociaciones para completar el Estatuto de Gernika, un compromiso que reafirmaron González y Ardanza en el encuentro celebrado hace poco más de una semana.

En breve se constituirá la comisión institucional entre ambos gobiernos que llevará el peso de la negociación. La presidirá, en nombre del Gobierno central, el ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra. El Gobierno vasco delegará en su vicepresidente, el nacionalista Juan José Ibarretxe.

La negociación de las 45 transferencias pendientes de traspaso de la Administración central al Gobierno vasco tiene un plazo máximo, el otoño de 1996, que establecieron González y Ardanza en su reciente encuentro. Pero los nacionalistas estiman que para el verano podrá observarse si se confirma la voluntad autonómica manifestada por González a Ardanza. Los socialistas vascos estiman que para antes del verano puede alcanzarse un acuerdo sobre un primer paquete de traspasos.