La mayoría cree que la justicia no trata a todos por igual
La imagen que la Administración de Justicia tiene entre la ciudadanía es claramente ambivalente: es considerada la última garantía del Estado democrático en el caso de una profunda crisis política por la misma proporción mayoritaria de entrevistados que opina que tiene un poder excesivo que nadie controla. La Justicia es vista como un poder independiente, arbitrario e ineficaz en su funcionamiento, pero capaz al mismo tiempo de garantizar, llegado el caso, la supervivencia del Estado de derecho: una especie de mal que algún bien comporta.El dato más destacable es que el 74% de los españoles cree que la Justicia no trata por igual a todos los acusados, cualquiera que sea su condición social o el delito cometido. Al mismo tiempo, para un 51% es arbitraria e incoherente; es decir, ante casos similares toma medidas diferentes y a veces opuestas, y para un 46% muestra demasiada facilidad en decidir la prisión preventiva para los inculpados.
La facilidad con que los jueces pueden salir y entrar de la política es rechazada sólo por un 31%. Para un 27%, debería pasar cierto tiempo antes de que los jueces regresen a la política.