Ataque de nervios.

La evolución del tipo de cambio de la peseta puso ayer a prueba los niveles de soporte de la Bolsa y la capacidad de resistencia de los inversores, ya que en algunos momentos el índice general de Madrid llegó a caer hasta un 2,28%. Las intervenciones de tres bancos centrales europeos, elevando sus tipos de interés diarios para defender sus monedas, hicieron pensar a los inversores en un nuevo desfase de la peseta y procedieron a deshacer posiciones. Aunque esta situación responde a la elevada tensión que se vive en los mercados, de ella se desprende la escasa confianza en la capacidad de reacción de la Bolsa española, cuyo índice se encuentra en los niveles de julio de 1993.El volumen negociado en el mercado es el único atractivo de esta sesión, aunque los 40.000 millones de pesetas a que se llegó ayer están muy mal repartidos. Los valores que cotizan en Nueva York y algunos más de los principales del Ibex 35 concentran hasta el 75% del negocio, lo que indica que el arbitraje está salvando a la Bolsa de situar el nivel de contratación por debajo de los 10.000 millones de pesetas efectivas. Al cierre se marcaba un nuevo mínimo del año en el 269,36%. El Ibex 35 también se sitúa en mínimos después de bajar un 2,06%.