_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Despidos

Yo tengo mucha fe en Jordi Pujol, que sin necesidad de que le votemos todos, y estoy segura de que sin ni siquiera apetecerle, está consiguiendo gobernar en España, y que todas las mañanas abre la tiendecita, se calza la bata a rayas y, antes de que acabe el día, algo acaba cayendo en el cajón. En fin, que como deposito en él una fe ciega, estoy. convencida de que también tiene razón en lo último que ha propuesto sobre el abaratamiento del despido para acabar con la precariedad del empleo. Tiene razón, sin duda, pero no lo sé, ver.Parece que el quid del asunto radica en que, teniendo los no empresarios-osea, prácticamente todo el personal- una necesidad compulsiva y malsana de trabajar a diario y a ser posible hasta caerse muerto, y existiendo una legislación laboral, desde hace alrededor de un año, que permite los contratos eventuales, están los trabajadores, a falta de otra cosa, aprovechándose en plan borde y, dale que te pego, venga a colocarse de precarios en lo que va saliendo. Esto crea, me parece que he entendido, una situación insostenible, sobre todo para los sindicatos, que se van a quedar sin afiliados, ya que no hay quien milite en nada porque, como quien dice, según llega el eventual a su puesto de trabajo no le da ni tiempo para afilar el lápiz. Y además, no corre la pasta, no se estimula el consumo, y encima no hay quien ahorre.

Entonces, la solución a este estado del trabajo transitorial y casi transeúnte, no sería otra que colocarse para siempre pero habiendo pactado antes el despido con el patrón, lo cual dejaría al empleado sumamente tranquilo y lanzado a gastar, pues no hay nada que calme más el ánimo que saber que tienes un contrato eterno eventual. Creo yo que Pujol acaba de inventar la Sacra Rota para el empleo, o sea, como casarse pero sin creérselo, lo que luego sirve para que te den la anulación. Grandioso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_