Vacas Flacas para una campaña
Vacas Flacas es la razón social de una singular multinacional madrileña de diseño, Creada, dirigida y desarrollada por sólo dos pimpantes y bonitas mujeres, apenas mayores. de edad, que se llaman Carolina y Miríam, y que ofrecen su arte al mundo en la madrileña calle Joaquín María López. En Estados Unidos se hacen nombrar Fashion Group, naturalmente; y en Nueva York, las chicas, pintan una barbaridad. Y la semana última, en los entrebastidores de la Pasarela Cibeles, quien lo deseara podía admirar un vestido, más bien una túnica confeccionada con bufandas de punto de las que publicitan al histórico y glorioso e quipo de fútbol Real Madrid...¡Menos mal!
Vacas Flacas, medio ignorantes en cosas de balompié, ha aliviado con una caricia creadora la siniestrez esperpéntica de una campaña electoral, para dirigir el R. M., digna de prisión firme.
Garzón es nada o don nadie para instruir la causa de un nuevo rico del dinero, de la imagen de marca y del racionalismo de los hechos y de los números a precio de enanez mental: que descanse en paz el gestor Florentino Pérez.
Tampoco hay juez merecedor del, suplicio estúpido que representa don Santiago Gómez Pintado bailando el chotis en serio.
Y haría falta un cargamento de rnagistrados para establecer, una vez más, el delito centralista de una televisión de Estado que, como si nada, reparte cual regalo navideño la cultura chabacana de los futboleros y otras manolas del casticismo más irredento de los madriles que atufan: ¡pobres telespectadores de Javea, Lugo o Ciudad Rodrigo! Y como exclamaba machaconamente Mendoza, "¡qué verguenza para los socios!".
No sé quién ha dicho que el Real Madrid es un Estado dentro del Estado; uno lo entendió así cuando hace cinco años habló durante una hora con Mendoza. Pero ahora, uno también, matiza: el Real Madrid es una patria dentro de la patria. Valdano lo debe adivinar de tal modo cuando, glorifica el orgullo casi heroico que simboliza un hombre vestido con la camiseta blanca.
Es la patria/Real Madrid la que, durante semanas, en televisiones, emisoras de radio y otros estrados, ha despreciado la inteligencia a caballo de la mentira y de la chulería: ¿se han enterado los patriotas, léase socios, del Real Madrid que, hace pocas horas votaban como si fuera un día de fiesta?
Sólo Mendoza hizo algún regalo a la torpe campaña, porque tiene un talento y leyenda, aunque sea de colores diversos, y tiene gracia y socarronería. Le faltó el genio: ¿por qué no abandonó a sus dos adversarios innombrables sin renunciar a la candidatura?; los riesgos mortales hacen a los héroes de una patria...
Quizá los patriotas/ socios del Real Madrid no merecen la pena. O que aprendan a tirarse al monte democráticamente.
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