Los amos del Gran Bazar

En los hoteles que se asoman al Cuerno de Oro y en los restaurantes del antiguo barrio de pescadores de Kumkapi (La Puerta de Arena), los camareros le hacen fiestas nada más verle. Tras siete años en Estambul, las visitas de Antonio Medina, delegado de la compañía aérea Iberia, eran hasta hace un año el mejor augurio para los hosteleros. Los 80.000 turistas españoles que en 15193 viajaron a Turquía habían llegado a hacerse los amos del Gran Bazar -"el hiper español en el Mediterráneo oriental" ironiza un diplomático de Ankara-, hasta que la bomba del 2 de abril del 1994 mató a Javier Castro González y el miedo hundió el mercado de viajes a Turquía.La guerrilla del ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se atribuyó el atentado del Gran Bazar. Desde que en 1984 declaró la guerra al Gobierno turco, más de 13.000 personas, civiles en su mayoría, han perdido la vida en el conflicto entre soldados turcos y peshmergas (combatientes) kurdos. Aunque el escenario de la matanza, el sureste de Anatolia, queda lejos del Bósforo.

Pero las pasadas Navidades un explosivo colocado en el céntrico hotel Mármara de Estambul acabó con la vida de dos mujeres y del escritor laico Onat Kutlar. El grupo radical islámico Ibda-C (Frente Islámico de Combatientes) se atribuyó el atentado. Y entre la minoría shií ha surgido un grupo armado que se hace llamár Hezbolá, tan cercano a Irán como los fanáticos del mismo nombre de Líbano.