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El nuevo régimen impone el toque de queda en Grozni

Las fuerzas federales rusas y los combatientes rebeldes chechenos acordaron ayer prolongar hasta las seis de la tarde de mañana el alto el fuego que expiraba la pasada medianoche. Además, se pusieron de acuerdo en que el intercambio de prisioneros, heridos y cadáveres se realizará este mediodía. Mientras tanto, en Grozni, el Gobierno impuesto por Moscú, y comoprimeras medidas, ha impuesto el toque de queda en Grozni y en toda Chechenia, restricciones de movimiento, censura en los medios de información y prohibido huelgas y mítines.

Desde que el lunes los generales Anatoli Kulikov, comandante de las fuerzas federales en Chechenia, y Aslán Masjádov, jefe del Estado Mayor General de los rebeldes, pactaron en la localidad ingush de Ordzhonikídzevskaya el primer alto el fuego, ésta es ya la segunda vez que se prolonga y parece que existen posibilidades de que se extienda hasta el 5 de marzo, fin del Ramadán.Así lo aseguraron los líderes islámicos que el miércoles se entrevistaron con el primer ministro ruso Víktor Chernomirdin: el mufti de Chechenia, Muhamed Husein Aslabékov, y el presidente de la Dirección Espiritual de los Musulmanes de la Región Centroeuropea de Rusia, mufti Ravil Gainutdínov. Según ellos, el propio Chernomirdin telefoneó al general Kulikov dándole las instrucciones pertinentes.

El optimismo de los jefes religiosos, sin embargo, no es compartido por numerosos personajes influyentes, tanto en Chechenia como en Rusia. El director del Servicio Federal de Contraespionaje, Serguéi Stepashin, y el general Lev Rojlin, que participó en la toma de Grozni, opinan que la paz no será duradera; también el presidente checheno, Dzhojar Dudáiev, ha expresado sus dudas al respecto. Por último, es significativo que en varias partes de Rusia el Ejército está realizando entrenamientos especiales para combatir en el Cáucaso y en zonas urbanas.

El alto el fuego en Chechenia en general se ha cumplido, declaró ayer Shamil Basáiev, uno de los más populares comandantes chechenos. "Incluso un día sin combates, sin derramamiento de sangre, es un gran éxito", dijo Basáiev, quien participa en las negociaciones con los militares rusos. Verdad es que durante la noche se producen intercambios de disparos con la participación de tanques y de la artillería, pero los rusos ya no bombardean sistemáticamente las localidades chechenas controladas por los rebeldes como ocurría hasta antes del alto del fuego.

El 51% de los militares aplaudiría que las tropas rusas abandonaran el territorio checheno, según muestra una encuesta realizada en los primeros diez días de febrero por el Centro Sociológico del popular diario Komsomólskaya Pravda. El 47% de los 500 interrogados -300 oficiales y 200 soldados rasos- teme que después del triunfo de Rusia en Chechenia comenzará una larga guerra de guerrillas y el 44%, que los mutilados en este conflicto serán olvidados y abandonados a su suerte, como ocurrió con los que participaron en la guerra de Afganistán.

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