"Este mundo no me convence"
El Teléfono del Niño y del Adolescente ha atendido a 25.000 menores en un año
La llamada era de una niña de 13 años. La voz, al otro lado del Teléfono del Niño y del Adolescente, se le iba y se le venia mientras intentaba contar a su interlocutor lo que ya no le daba tiempo a transmitir a sus padres, cuando regresaran, ni tan siquiera por escrito. Las pastillas que se había tomado le estaban haciendo efecto. Ellos tenían que retenerla como fuera. Tenían que impedir su suicidio. Mientras una persona conseguía mantener la débil conversación durante 50 minutos, se movilizó a la policía y a los médicos. Había que sonsacarla qué había ingerido para buscar el antídoto. Al final localizaron su domicilio. Pertenecía a una familia de clase media y contaba que llegó a la conclusión de quitarse la vida "porque este mundo no la convencía". Como ésta, se han recibido cuatro llamadas entre las 25.000 atendidas en el teléfono gratuito para niños y adolescentes dispuesto hace un año por la Fundación ANAR. Todas ellas revelan la soledad, la incomunicación, cuando no los abusos sexuales y los malos tratos en los que crecen muchos niños y adolescentes españoles.Los comunicantes fueron en un 54% adolescentes, y adultos en un 28%. Pero también llamaron un 17,3% de pequeños entre los 5 y los 12 años. "Iban al grano. Es increíble la claridad con la que presentan su situación. En general habían tenido un periodo de reflexión antes de decidirse a llamar", explica el director del teléfono, Isidro Villoria. "Hay una tendencia a engancharse a la televisión o a los videojuegos por la impotencia ante su incomunicación". O contaban que se sentían solos en casa al volver del colegio porque ambos padres trabajaban; o que tenían problemas con los compañeros de colegio. Esta fundación ha constatado un incremento de los malos tratos entre colegiales. "Desde pedir un duro al chaval todos los días hasta someterles a vejaciones, por lo que algunos niños no quieren volver a la escuela".
Para algunos el problema era más grave: sufrían malos tratos o vejaciones sexuales en casa. En un 50% de los casos las llamadas han sido puestas en conocimiento de los servicios sociales de las comunidades autónomas y en ocasiones han terminado en denuncias.
"En las primeras llamadas los niños se sienten culpables de los malos tratos que reciben porque no entienden cómo la gente que les quiere, sus padres, les maltratan al mismo tiempo. A medida que pasan los días empiezan a comprender que viven en una situación anormal, pero cuando hay una intervención de la comunidad autónoma a veces el niño se echa para atrás. Se siente como si se lanzara al vacío, por muy bien que se encuentre en una institución o en una familia de acogida".
El número del teléfono (900 20 20 10), en servicio para toda España, ha corrido de boca en boca. Llaman niños de todas las clases sociales y condiciones. Es otro retrato de la España actual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.