Cruyff amenaza a Stoichkov y el jugador replica con goles

Hristo Stoichkov rompió su absentismo goleador. No marcaba desde el 11 de diciembre y ayer lo hizo por partida doble, aunque de penalti. El búlgaro recuperó su olfato tan sólo unas horas después de que su técnico, Johan Cruyff, le amenazara duramente en Barcelona.El técnico afirmó que el búlgaro, "tal como está, ahora", no le interesa a nadie y lleva el mismo camino que Romario. "El Hristo [Stoichkov] actual no interesa", dijo, Ileva marcados sólo tres goles en 14 partidos, y eso es un problema para el equipo y para él. Queremos a un Stoichkov que marque un gol cada dos encuentros. Pero si continúa así, será su fin. Estuve encantado con el rendimiento del brasileño el primer año, pero en el segundo no fue lo mismo, se quiso ir y lo traspasamos. Como extranjero que es, debe dar más que los jugadores españoles". Le invitó a marcharse.

Luego, tras el encuentro, Cruyff endulzó sus palabras: "Ha marcado dos goles, aunque de penalti, y lo ha hecho bien. Esperemos que juegue todos los partidos así, con las ganas que ha puesto en el Calderón. Hoy estoy contento en todos los sentidos, no sólo con Hristo. No hemos ganado, aunque merecimos al menos llegar a la prórroga, pero hemos dado un buen susto". Stoichkov rechazó hacer declaraciones.

Júlen Lopetegui falló en el tanto del Atlético, pero detuvo (los penaltis. Acabó más feliz que en la ida ("hemos recuperado el orgullo", indico , "y la ilusión de poder decir que no somos tan malos"), pero tampoco demasiado (verlo tan cerca y caer eliminados da mala leche").

"Estamos en cuartos de final, no puedo buscar otra lectura". Jorge D'Alessandro, el entrenador del Atlético, se escondió en la clasificación de su equipo para dar por buenas todas sus instrucciones de ayer. Había anunciado en la previa que el Atlético buscaría la victoria; ayer reconoció que "en función del resultado, el equipo hizo su partido". Para el preparador madrileño la clave del encuentro estuvo en el penalty fallado por Valencia. Nunca reconoció que su equipo jugó acobardado, excesivamente tirado atrás.

El técnico madrileño tampoco se pronunció si de volver a iniciarse el partido, con el 1-4 de ventaja, repetiría planteamiento. Esquivó la pregunta: "El tema ya está olvidado. Para mí, ya se trata de una página aparte. Este partido ya no existe".

Jesús Gil, el dueño, justificó el sufrimiento en la idiosincrasia del club: "Somos una religión distinta. Dios no ha hecho el camino fácil pata nosotros. Los atléticos nos hemos acostumbrado al drama".