Banesto vende la residencia de Estepona, en la que Conde gasto 5.300 millones
Banesto invirtió 5.300 millones de pesetas en el complejo residencial de Banesto en Estepona (Málaga), una antigua residencia para empleados que el anterior equipo gestor utilizaba con mucha frecuencia como lugar de asueto y descanso. La citada cantidad se invirtió en un período de 16 meses entre los años 1991 y 1992 y el objetivo aparente, fuentes que estaban en el banco en aquella época, era convertirlo en un hotel de lujo. El actual equipo gestor del banco, que encuentra injustificada la inversión realizada, lo ha puesto en venta.
Mario Conde responsabilizó de las obras a Fernando Garro, entonces director general de Banesto y uno de sus principales colaboradores. Garro se encargó del proyecto y contrató a Diego Selva, socio de despacho de Antonio Navalón, para que hiciera las correspondientes subcontratas. Una empresa de Selva llamada, Control Solar contrató los servicios de Arquiplán, sociedad de arquitectura propiedad de Javier Corazón. Este es hermano del diseñador Alberto Corazón, quien ideó la fuente que adorna el patio principal de la residencia.Todos los pagos a proveedores se hicieron a través de Control Solar en Madrid, según las fuentes consultadas, que aseguran que en ningún caso se hacían constar a Banesto y sólo las controlaba Garro. En Banesto subrayan que las obras realizadas no justifican el pago que se hizo y que, aunque así fuera, no tenía mucho sentido hacer obras de tal envergadura cuando en el banco existían otras preferencias "más importantes que tener un hotel de lujo".
Residencia para empleados
Los actuales gestores de banco, en cualquier caso, quieren sacar la máxima rentabilidad a la residencia y han puesto en venta el complejo. El lugar en que se en cuentra, en la Costa del Sol entre Marbella y Estepona, le concede un especial atractivo para cadenas hoteleras interesadas en ex tender su presencia. De hecho, en la anterior etapa de Banesto, el empresario hotelero Pedro Pueyo, propietario del grupo oasis qué mantuvo negocios con Banesto, mostró interés por él, según las fuentes consultadas.
La residencia de Estepona, que fue ideada por el que fuera presidente de Banesto Pablo Garnica para empleados del banco, se convirtió en el lugar preferido de Mario Conde para lanzar sus propuestas sobre política económica y criticar las medidas que sobre esa materia adoptaba el Gobierno. Cada año, en las denominadas Jornadas de Estepona organizadas por Banesto el anterior presidente del banco disertaba a su gusto sobre su visión de la economía y de la política ante un nutrido grupo de periodistas. Muchas de, aquellas reflexiones, aparecidas en los medios de comunicación puntualmente, se: reflejarían con posterioridad en el libro El Sistema escrito por Conde el año pasado.
Pero, más allá de las simples jornadas anuales con la prensa de testigo, Conde y su equipo de íntimos convirtieron la residencia de Estepona en un lugar para su asueto personal que en muchas ocasiones fue testigo mudo de fiestas hasta altas horas de la madrugada. El ahora popular Chiquito de la Calzada fue habitual más de una noche. Testigos presenciales cuentan que no dejaba de contar chistes durante toda la velada para jolgorio de los presentes.
La residencia rehabilitada Sufrió también los caprichos de sus huéspedes. Amigos de la cábala y del esoterismo, algunos de ellos masones (como Conde y Garro), no tuvieron reparos en colocar en sus habitaciones preferidas sus números de la suerte. Poco importaba que la enumeración de las habitaciones no fuera correlativa. También se afirma que aparecen símbolos masones por lugares inesperados.
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