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Cientos de personas desfilan por la exposición de su obra

Varios cientos de personas desfilaron ayer por la primera exposición póstuma de Antonio Gabriel que él mismo,, con el corazón ya quebrantado, abrió en el palacete del puerto de Santander el viernes pasado. Aquí mismo confesó que sufría un "mono horrible" al sentir que "ya no podía estar encima de las cosas" después de haber entregado 50 años de su fecunda vida profesional al periodismo gráfico. Cien fragmentos de segundo es el título de la muestra, compuesta por otras tantas fotografías en blanco y negro que constituyen una mínima parte de su quehacer profesional.Antonio Gabriel murió mientras descansaba en su habitación de un hotel de El Sardinero a media tarde del sábado pasado, 24 horas después de asistir a la apertura de Cien fragmentos de segundo y ser testigo de la expectación, acrecida ahora, que la muestra ha despertado en Santander. "En mi vida", dijo aquí en vísperas de morir, "se me hubiera ocurrido hacer una exposición sobre mi obra si no hubiese tomado Feve la iniciativa".

Sus restos fueron trasladados al departamento de anatomía patológica del hospital Valdecilla, donde le practicaron la autopsia. El cadáver salió para Madrid para ser depositado en el tanatorio de Carabanchel, de donde partirá a las 13.00 para su entierro en el cementerio Sur.

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