Pujol admite que prevé un adelanto electoral

. El Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reconoció ayer que las elecciones catalanas, previstas para marzo o abril de 1996, podrían adelantarse por "hechos ajenos y externos a Cataluña". Este adelanto tendría que ver con la caída del Gobierno y la convocatoria de elecciones generales en la primavera de 1996.

Durante la toma de posesión de dos nuevos consejeros de su Gobierno, Pujol afirmó que las autonómicas deben ser en abril de 1996, pero admitió que esa previsión debería adaptarse "a lo que pase, si es que pasa algo".

Adelantar las elecciones autonómicas al otoño (noviembre o diciembre) únicamente tendría sentido si el cálculo de Pujol es dejar caer al Gobierno de González tras aprobar los presupuestos para 1996. Sólo la hipótesis de que el PSOE no sufra un descalabro en las elecciones de mayo alteraría estas previsiones, reflexionan fuentes nacionalistas.

Aleix Vidal-Quadras, presidente del PP en Cataluña, interpretó que Pujol no ve a González capaz de resistir hasta 1996, y por ello provocará elecciones anticipadas, por lo que invitó al presidente catalán a dialogar desde ahora con José María Aznar sobre una futura colaboración entre ambos. Aznar y Pujol se reunirán después del debate sobre el estado de la nación, aunque el encuentro aún no tiene fecha.

Jóan Saura, vicepresidente de IC, atribuyó los planes de Pujol. a intereses partidistas, porque Pujol aprovechará para ir a las urnas esta etapa de sometimiento de los socialistas. De la misma opinión es el líder de Esquerra Republicana, Ángel Colom, para quien el adelanto electoral sólo tendría objetivos partidistas, aprovechando un momento en que los socialistas seguirán "con las manos atadas". Josep María Sala (PSC) no cree que deba interpretarse nada definitivo de las palabras de Jordi Pujol.