Tras la fiesta, la nada
Un polideportivo de la Complutense lleva cerrado más de un año
Una pista de, atletismo situada en la calle de Ramiro de Maeztu, de la Ciudad Universitaria, dejada de la mano de Dios y de los responsables de la Complutense por falta de fondos, languidecía desde años atrás. Una macrofiesta celebrada en la Nochevieja de 1993 la remató. Cuando los encargados de mantenimiento se llevaron los desperdicios -un mes después de la fiesta- cerraron con una cadena la puerta de entrada. Desde entonces, las plantas han crecido, el óxido se ha extendido y los deportistas recurren a la táctica del agujero en la valla para acceder al recinto.
El pasado viernes, tres corredores se ejercitaban en la pista de atletismo, en la que daban vueltas. Si se hubieran salido de ella, se habrían topado con una maleza y una vegetación más propias de un ejercicio de supervivencia que de una instalación deportiva. Uno de ellos, Jose María Mejias, que fue estudiante de la Complutense y es veterano usuario de la pista, se paró, se desconectó del cable de los auriculares y dijo: "Es un desastre; hace tres años esto estaba bien".
La responsable de Deportes de la Universidad Complutense, Carmen Caballero, conoce la situación: "Sí, claro que sabemos que está abandonada, pero, dado el presupuesto que tenemos, cada vez menor porque cada vez llega menos dinero a la Complutense, no podemos hacer nada. Ahora mejoramos las instalaciones de Cantarranas, después tendremos que ponemos con la piscina cubierta, que está averiada, y así..."
La Complutense lo que sí ha hecho es cerrar la instalación. Los estudiantes se quejan de que la clausura de la pista ocurrió tras una macrofiesta navideña en la Nochevieja de 1993. El festejo generó varias montañas de basura que quedaron almacenadas en las esquinas de la pista. Un mes después, los estudiantes denunciaron el hecho. Se quitó la basura y, de paso, se cerró la pista: "Se aprovechó que el personal de mantenimiento se acercó allí para quitar los desperdicios y puso una cadena a la puerta; pero eso no quiere decir que la fiesta fuera la causante de la mala situación de lapista. Precisamente porque estaba ya en mal estado autorizamos la fiesta", explica Caballero.
"Nosotros ya sabemos que la gente se cuela por los huecos. Pero si hemos cerrado es para dejar patente que los que se meten allí lo hacen bajo su absoluta responsabilidad: hay peligro de lesiones; en una palabra, hay otras instalaciones, que a lo mejor les quedan un poco más lejos, pero que están en mejor situación", añade la responsable de Deportes.
Mientras tanto, el tiempo se ocupa de maltratar cada vez más la pista de atletismo de la Almudena: las gradas están oxidadas; hay esparcidos por todo el recinto botes, botellas y papeles de periódico. Incluso se pueden ver tres papeleras tiradas en el suelo. Algunas veces no es sólo el paso del tiempo el culpable del deterioro del lugar: el viernes pasado dos personas se metieron dentro con una moto.
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