La colaboración nacionalista con el PSOE se mostrará en seis ámbitos

El PSOE y CiU pactarán un paquete de resoluciones que se votarán al final del debate sobre el estado de la nación con el objetivo de proyectar a la opinión pública que existe una mayoría suficiente y estable para seguir gobernando, al menos en 1995. Josep Antoni Duran, socio democristiano de Jordi Pujol, expuso ayer los seis ámbitos en que se deben concretar las coincidencias programáticas entre nacionalistas y socialistas.El primer ámbito al que aludió Duran hace referencia a la necesidad de seguir tomando medidas para favorecer la economía productiva. El segundo expresará la voluntad de alcanzar los objetivos de convergencia europea, dando prioridad a la reducción del déficit y al control de la inflación. Otro ámbito deberá reflejar la voluntad de consensuar tanto las leyes pendientes (del Cable, de Telecomunicaciones, de Comercio, etcétera) como la reforma de otras ya en vigor (Costas, Suelo, Aguas ... ) que laminaron competencias autonómicas.

El cuarto ámbito debe abordar la voluntad de llegar a acuerdos en financiación autonómica, profundizando en la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas y con un acuerdo estable que no obligue a renegociar cada dos años. Los objetivos de la presidencia española de la Unión Europea, en el segundo semestre de este año, es otro apartado en el que deberán manifestarse las coincidencias entre CiU y el PSOE. El sexto ámbito, por último, se referirá, siempre según la propuesta nacionalista, a la necesidad de tomar iniciativas para que los ciudadanos recuperen la confianza en los políticos y las instituciones, con una nueva ley de financiación de los partidos políticos y la adopción de medidas que complementen la lucha contra la corrupción.

Elecciones anticipadas

Duran sostuvo que debe hacerse todo lo necesario para que en 1995 no haya elecciones anticipadas, porque se necesita estabilidad política para aprovechar la recuperación económica. Ahora bien, en una segunda fase, ya en 1996, habrá que acometer una serie de reformas estructurales en materia socioeconómica, muchas de ellas impopulares, y Duran cree "difícil" que el Gobierno actual pueda abordarlas. "Si el Gobierno actual es capaz de afrontar ese reto, no hará falta adelantar las elecciones, pero me temo que no será capaz", señaló.

Duran contestó con un "seguramente sí" cuando se le preguntó si esa reflexión es compartida por Pujol. Las autonómicas catalanas, previstas para marzo de 1996, se adelantarían para celebrarse antes de las legislativas si éstas se anticipan, para que no influyan unas en otras.