Un muerto y 10 heridos en una pelea entre hinchas del Génova y el Milan

El seguidor del Génova Vincenzo Spagnolo, de 25 años, murió ayer apuñalado durante los graves disturbios que se produjeron antes del Génova-Milan. Spagnolo sufrió ima puñalada en el abdomen y falleciópoco después de ingresar en el hospital cuando los médicos trataban de efectuarle una operación de urgencia. El presunto asesino llevaba el rostro semicubierto. Otros 10 hinchas sufrieron diversas heridas y fueron atendidos en el hospital de San Martino. El partido fue suspendido en el descanso y sólo la intervención de blindados acabó con la grave situación seis horas después.

La policía tras los enfrentamientos trató de establecer un cinturón de seguridad alrededor de los 3.000 aficionados que, procedentes de Milán, se dirigían al estadio. El partido tuvo que ser suspendido con empate a cero cuando iba a comenzar la segunda parte. En el momento que Rossi, guardameta del Milan, se dirigía a su portería, los aficionados más radicales del Génova, que acababan de escuchar por la radio la muerte de su compañero, comenzaron a lanzar todo tipo de objetos. Vincenzo Torrente, capitán del Génova, intentó sin éxito aplacar los ánimos. Los hinchas no estaban dispuestos a que se reanudara el encuentro, Torrente y Baresi -capitán de Milan- se retiraron al vestuario junto al árbitro, y acordaron no seguir jugando en señal de luto, Ambos capitanes se dirigieron por la megafonía del estadio a los cerca de 30.000 espectadores que asistieron al encuentro, leyeron un escueto comunicado y anunciaron la suspensión del partido. "Lo que ha sucedido es particularmente grave. Invitamos a los aficionados a que permanezcan en calma y abandonen en orden el estadio", dijeron ambos capitanes.Minutos antes, justo cuando comenzó a correrse el rumor deque había fallecido un hincha del Génova, algunos sectores de la hinchada local comenzaron a lanzar botellas y otros objetos al grito de iasesinos!, ¡asesinos!

Con el rostro cubierto

El presunto asesino de Vicenzo Spagnolo, según testigos presenciales, lucía un gorro verde, iba vestido con una cazadora clara, y llevaba el rostro semicubierto con una bufanda. Pippo Spagnolo, jefe de los aficionados organizados del Génova, aportó otros detalles: "Estaba en el interior de la sede de coordinación cuando ,oí un grito. Salí y ví a un grupo de personas alrededor de un joven. Corrí hacia allí, mientras los agresores huían, y me encontré con Vicenzo Sapagnolo, que me intentó agarrar por el cuello y después cayó al suelo". Y añadió: "Tenía saliva en la boca y una amplia herida en el vientre, con un profundo corte en dirección al torax. Avisé para que llamaran a una ambulancia pues me di cuenta rapidamente de que era una herida grave".

Según, Pippo Spagnolo fue una "agresión premeditada" pues "estaban armados con cuchillos, no llevaban signos milanistas para poder pasar inadvertidos y después huyeron". Otros testimonios indican que el grupo de agresores estaba compuesto por unos 20 miembros.

Seis horas después de la suspensión del encuentro, la tensión en el estadio Luigi Ferrari iba en aumento. Los seguidores del Milan se mantenían en las gradas, escoltados por la policía, a la espera de regresar a su ciudad.

Fuera, seguidores del Génova rodearon el estadio a la espera de la salida de los milanistas, lo que provocó duros enfrentamientos entre las fuerzas de orden público e hinchas locales, que destrozaron dos autobuses y varios coches. Incluso algunos aficionados del Génova volvieron a las instalaciones del Ferrari con la intención de continuar con las agresiones si bien fueron anulados con bombas lacrimógenas y mangueras de agua. Sólo la intervención de blindados acabó por restablecer el orden.

Hasta el momento hay contabilizados una decena de heridos. Maurizio Casasco, director deportivo de Génova, afirmó que la suspensión del encuentro "debe ser entendida en toda Italia, pues ya es hora de acabar con la violencia". "Los clubes no pueden ser responsables de estas personas pues se trata de delincuentes. Esto ha sido una tragedia", añadió Casasco.

El vicepresidente del Milan, Adriano Galliani se mostró impresionado por lo sucedido; "No se podía jugar en presencia de un muerto". El directivo milanista explicó que los incidentes no eran responsabilidad de los seguidores del actual campeón de Europa. "En los vestuarios hemos hablado con el jefe de la policía y no hay pruebas de que el episodio tenga relación con nuestros aficionados organizados".

El fútbol italiano ha vívido varios incidentes violentos en la presente temporada. A final de año, dos policías fueron heridos en una disputa con hinchas del Brescia. Nada más conocerse la noticia se suspendió el programa del tercer canal de la RAI que combina la presencia en el estudio de seguidores con conexiones en los estadios. Fabrizio Fazi, su presentador, mostró las sillas vacias de los invitados y dijo: "No podemos bromear aquí".