HB rechazó incluir términos como lamento y pesar en su comunicado tras el asesinato
La mayoría de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, dominada por los militantes de la coordinadora KAS -en la que está integrada ETA-, rechazó expresamente el pasado lunes incluir en el comunicado redactado tras el asesinato de Gregorio Ordóñez cualquier expresión de lamento o pesar por esta muerte, según ha sabido este periódico en fuentes de HB. Descartada tácitamente la posibilidad de introducir algún término condenatorio, dada la relación de fuerzas, algunos dirigentes plantearon un texto alternativo en el que, junto a la inevitable referencia exculpatoria al contexto de "la confrontación entre Euskadi y el Estado español", se mostraba una actitud de condolenda y pesar por la muerte del portavoz del PP vasco.
Al contrario que en otras ocasiones, en las que la mayoría de la Mesa Nacional sí aceptó incluir términos similares como coletilla a sus comunicados, el bloque de KAS rechazó el lunes la propuesta tras una votación que reprodujo una relación de fuerzas de 15 frente a 10. Pese a lo agitado del debate, los dirigentes de KAS se mostraron inflexibles y sacaron su texto adelante. En ese escrito, se reiteraron en sus conocidas tesis de que "las causas de la violencia política no son otras que la permanente violación de los derechos democráticos de Euskal Herria y el empecinamiento en la liquidación de la nación vasca".La involución dentro de HB ha llegado al punto de que KAS y ETA se muestran dispuestos a asumir una serie de abandonos de dirigentes, cuadros y militancia y a cargar con la posible merma electoral con tal de no apearse de la actual estrategia desestabilizadora.
En la ponencia oficial del debate interno que acaba de comenzar, titulada Oldartzen, y en los escritos internos de KAS, la negociación a corto plazo ha sido pospuesta por tiempo indefinido sobre la tesis de que éste es el momento de "la acumulación de fuerzas" -expresión habitual asimilable a "nuevos y continuos asesinatos que muestren la capacidad de matar de ETA"-, porque no hay condiciones para sentar al Gobierno en la mesa de la negociación política.
El atentado contra Ordóñez, es, según las fuentes consultadas por este periódico, la inauguración de una vía, la del asesinato político -ensayada sin éxito con el consejero de Interior, Juan María Atutxa-, que ETA tratará probablemente de cubrir en los tiempos venideros para obtener la máxima desestabilización, para conseguir titulares como el que encabezaba la información del diario Egin el pasado miércoles: "Terremoto político".
Frente al asentamiento de la democracia, frente a la normalización creciente de la vida política y social en Euskadi, frente a la pérdida del miedo, frente al aumento de la beligerancia popular contra el terrorismo, se trata de "poner todo patas arriba", para mostrar que la estabilización es un espejismo.
En esta dinámica, la forma en que se caracteriza al PNV y se olvide a los medios de comunicación tanto la ponencia oficial como en las aportaciones de KAS a un debate interno en HB inagurado y seguramente concluido por ETA con el tiro en la nuca al portavoz del PP vasco, parece augurar un panorama sombrío.
Hay quienes apuntan que la situación a la que se puede llegar puede ser, incluso, "la peor en los últimos 15 años". Dada la disidencia interna, el rechazo que el asesinato de Ordóñez ha suscitado en una parte de la base de HB, cabe esperar que se produzcan una serie de abandonos, pero no parece que los sectores críticos, en clara minoría y sin la imprescindible homogenización política, quieran y puedan articular una alternativa. Todo parece indicar que ETA lo tiene claro y KAS también.
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